Marta de Oro
Lo merece Marta, y lo merece el atletismo femenino español. La palentina, a punto de cumplir 34 años, mostró a nuestros amodorrados jóvenes, practicantes en su mayoría de sofá y Play Station, que una puede caerse en las olimpiadas de Pekín, cuando acariciaba una medalla, y volver a levantarse para ser la más rápida del mundo un año más tarde.
El perfilado cuerpo de Marta, distinto del que muestra en los croses invernales, representa la renuncia, el sacrificio y la entrega, de ella y de tantos otros atletas que, en el anonimato, se entregan sin descanso hasta en catorce sesiones semanales.
Ojala sirva este triunfo para que exista una mayor sensibilidad con nuestros deportes minoritarios, y que quienes ahora nos representan en el mundial de atletismo de Berlín, Ruth Beitia, Natalia Rodríguez, Nuria Fernández, Iris Fuentes-Pila, Chema Martínez y tantos otros, no sean perfectos desconocidos para el público en general.
Todos los poderes públicos, pero singularmente, por su proximidad, los ayuntamientos, deben velar porque el deporte de base siga extendiéndose y mejorando la salud y el estado de ánimo de sus vecinos.
La práctica deportiva tiene indudables beneficios, tanto individuales como colectivos, pero en una sociedad tan televisiva como la nuestra, lo que no sale en la caja tota parece no existir, y es en ese campo, y especialmente entre el colectivo más influenciable, la juventud, en el que se deben multiplicar esfuerzos.
La amplia gama de disciplinas deportivas, deben tener cada vez mayor espacio en las programaciones festivas de nuestros municipios, el deporte es mucho más que Ronaldo y los fichajes multimillonarios, que, siendo respetables, no deben monopolizar la atención de nuestros niños.
El éxito de Marta, la mejor atleta española de todos los tiempos, y junto a Niurka Montalvo nuestro único oro, debe suponer para todos una enseñanza.
Que el triunfo de la palentina permita que, al menos, nuestras calles brinden el espacio que el deporte minoritario precisa y que nuestros informativos le “regatean”.
