Inventando Naciones
Una amiga de Castellón, que ejerce de maestra hace ya algunos años en un pequeño municipio de la vecina Tarragona me relataba el daño que el sistema catalán de inmersión lingüÃstica hace en los niños castellanohablantes.
Con el mismo desprecio con el que Franco arrinconó a las lenguas españolas minoritarias hoy, socialistas y nacionalistas, hacen lo propio con el castellano en un deliberado intento de que deje de ser nuestro idioma común.
DecÃa esta conocida mÃa de lengua materna valenciana, lo absurdo que resulta saber que un niño necesita alguna palabra en su lengua castellana y no poder decÃrsela por miedo a la dirección del centro.
Me contaba el rechazo, la aversión al colegio, que sienten muchos niños castellanohablantes cuando son reprimidos en su deseo natural de expresarse en su lengua materna, cosa que se evitarÃa si la inmersión fuese más tardÃa o menos intensa.
Y me contaba, además, que el castellano, pese a todo, seguÃa siendo la lengua del patio. Y entonces, ¿para qué amargar la infancia escolar si al final se suele hablar como a uno le da la gana?
La respuesta es obvia, los niños son la mano de obra barata de los proyectos independentistas, en la fabricación de una nación los derechos de los niños son pisoteados.
Ocurre en Cataluña, Galicia, Baleares y PaÃs Vasco, y resulta polÃticamente muy útil al nacionalismo, aunque paradójicamente es el PSOE quién gobierna en tres de las cuatro autonomÃas citadas.
El caso paradigmático es el de Vitoria, con un 98% de los niños de lengua castellana que, en este mes de septiembre, serán sometidos lingüÃsticamente, pero asà pasito a pasito se hace el sueño de Sabino Arana, fundador del PNV e inventor de la Ikurriña, que se lamentaba, hace más de un siglo, que nadie en su tierra fuera nacionalista“…encontrándonos sin un periódico amigo, ni una sociedad que persiga nuestros ideales, ni un miembro de corporaciones adicto a nuestras ideas…”.
Hoy verÃa jubiloso Sabino, que pensaba que los españoles eran “…más que hombres semejan simios poco menos bestias que el gorila”, como su sueñosecesionista se aproxima.
Aspiración independentista que serÃa legÃtima, siempre que siguiese los desbordados cauces que marca nuestra Constitución, aprobada por la totalidad de las provincias y el 89% de los españoles, y se ejecutara respetando los derechos personales que sistemáticamente se vulneran en cuatro de nuestras diecisiete comunidades autónomas.
El problema del discurs de Barrachina, i de tots aquells que van contra València i les altres nacions no castellanes de l'Estat espanyol, és que estan tan ofuscats amb el seu nacionalisme separador que veuen la palla en l'ull alié i no la biga en el propi. Jo sóc valencià i parle valencià perquè em dóna la gana -i perquè sóc de Borriana!-, i no necessite que vinga cap Barrachina a dir-me si sóc nacionalista o si sóc de l'Atleti. El que hauria de fer aquest home, que està tan content de ser espanyol, és ocupar-se dels problemes reals d'Espanya, i deixar-nos en pau als qui no pensem com ell. I sempre preferiré un català honrat a un espanyol rebordonit.