¿Por qué no confian en nosotros?

Aunque parezca obvio hay dos elementos en la evaluación de la capacidad de devolver la deuda de un país, que son tanto la deuda, como el país, y no es un juego de palabras.

La deuda española no es tan elevada como nuestra prima de riesgo indicaría, es verdad que el crecimeinto ha sido vertiginoso de 286.000 millones en 2007 a 536.000 en 2011 para la administración central. Tanto que de cada cinco euros que recauda el Estado, Rajoy debe dedicar tres a intereses y amortización.

Sin embargo Alemania debe tres veces más, y su prima por definión es cero.

Por tanto el problema no es tanto la deuda sino quien debe devolverla, esto es, el país, España. Y, ¿por qué no creen en nosotros? Cuando tuvimos prima de riesgo cero con Aznar.

Desde fuera desconfían, a mi juicio, por tres motivos; Primero, se ocultó el último déficit del Estado de 2011, que fue de 27.000 millones más. Segundo, tres autonomías corrigieron sus datos también al alza, y finalmente nuestras entidades financieras han tenido que ser analizadas por expertos externos.

La sensación es que en España mentían todos, bancos, autonomías y Estado.

¿Se va a corregir esta desconfianza? Sí, ha vuelto la profesionalidad al Banco de España que ya es gobernado con independencia y eficacia.

Las comunidades autómomas ya dan cuenta mensual al Estado de su ejecución presupuestaria, hasta ahora lo hacían anualmente, y se ha restituido la ley de “déficit cero” que obliga a no gastar más de lo que se ingresa.

Junto a estos elementos que restableceran la confianza subjetiva en nosotros hay que agreagar otro de caráter objetivo como son los ajustes en el gasto, que, aún llegando cuatro años tarde, son ciertos y creíbles.

Sin embargo aun perviven generadores de desconfianza, como sucede cuando ante cada medida de obligado ajuste surgen voces autonómicas anunciando su desacato.

Pero restablecida la confianza en nosotros, la prima que deberemos por nuestra deuda será significativamente menor, pagaremos menores intereses y tendremos más recursos para el resto.