Bloqueo al desarrollo de Castellón

Por tierra, mar y aire, el bloqueo al desarrollo de Castellón es sistemático.

Los ejemplos son hirientes y la discriminación supera lo imaginable, solo la inversión en el aeropuerto de Málaga, con 330 millones de euros, multiplica por más de dos, los exiguos 149 millones que se invertirán en toda la provincia.

Hasta hoy el aeropuerto de Castellón ha disfrutado solo de la ayuda de los gobiernos provincial y autonómico, presididos por Carlos Fabra y Francisco Camps respectivamente y no se ha llegado un céntimo del gobierno socialista, tan solo objeciones, obstáculos e impedimentos.

La inversión prevista por Zapatero para Castellón el próximo año es la mitad que en el último presupuesto del Partido Popular en 2004, cuando han transcurrido seis años y hemos ganado 100.000 habitantes, y cae respecto al presupuesto de 2009 un 35%.

Castellón sufre la tercera mayor caída anual en inversión de España, solo por detrás de Ávila y Salamanca.

Mientras en la Comunidad Valenciana la inversión prevista por el gobierno central cae un 9% y en España un 7.5%, aquí el citado 35%.

Cada español recibe 515 euros y en Castellón nos tendremos que conformar con 251 por habitante.

Es muy llamativo que el año próximo vayamos a recibir menos que Teruel, un tercio que Tarragona y la mitad que Toledo, Zamora, Badajoz, Ciudad Real o Cuenca, teniendo más habitantes que ellos.

Pero más doloroso que la discriminación global que padecemos, a pesar de que con el socialismo hemos pasado de 12.000 a 54.000 parados, es el referido bloqueo a nuestras principales infraestructuras que, además, de hacer más incómoda nuestra vida, aleja a los turistas y dificulta las exportaciones.

Al discriminatorio trato del aeropuerto de Castellón, hay que agregar el olvido del AVE con Tarragona, y el aplazamiento perpetuo del que nos llevará a Valencia.
Todo ello, junto a la paralización de los tres tramos centrales del desdoblamiento de la N-340, en Castellón, Benicassim y Oropesa, y el bloqueo de la A-7 desde Vilanova de Alcolea hasta Tarragona, nos deja en clara situación de desventaja competitiva lo que alargará aún más las desoladoras colas del paro en el próximo año.

Miguel Barrachina Ros
Comisión de Presupuestos del Congreso