Y ahora Aparici

No importa que Aparici heredase este vertedero de un gobierno socialista, ni que llevase funcionando al menos 30 años, tampoco es relevante que el propio Vicente en sus dos legislaturas pidiese formalmente el cierre a las autoridades competentes, ni que fuese él quien llevó a cabo actuaciones de mejora del recinto, o que rescindiera el histórico contrato municipal con la empresa acusada de los vertidos, solo importa que estamos en campaña, todo vale.

Es el nuevo modo de “notificación judicial” de la España progresista; te informa la cadena Ser, que además te juzgará paralelamente. Ya la han sufrido antes Carlos Fabra, Víctor Campos, Ricardo Costa o Francisco Camps.

El modus operandi es siempre el mismo, te avisa la radio amiga, porque alguien, también amigo, del mundo judicial, lo filtra, las fechas suelen ser tan preelectorales como la presente, y en caso de que haya secreto de sumario este es vulnerado, delictiva y permanentemente, para hacer el mayor daño político y también personal –el último episodio lo ha padecido por la familia del President Camps-.

La constante feliz a todos los casos es, que tras el fragor mediático, la responsabilidad judicial no existe. ¿Alguien apuesta a que ninguno de los que hoy está siendo públicamente fustigado resulta condenado?, yo me jugaría algo a que hay mucho ruido y ninguna nuez.

En el caso de Vicente Aparici llama la atención la justicia selectiva de un país socialista, ya que el vertedero Del Garrut, y los supuestos vertidos de la recogida de basura domiciliaria, estaban antes y continuaron después de su mandato municipal, y sin embargo la denuncia se refiere solo a él, y no a los alcaldes del PSOE que gobernaron inmediatamente antes y justo después.

Buena puntería la del fiscal, pero ojo que en esto de las cacerías contra militantes populares algún cazador puede resultar cazado, sino que le preguntan al cesado ministro Bermejo, que se las daba de experto tirador.