Un año más perdido

Esta semana despedimos 2016. Un año que hemos perdido como ciudad sin ofrecer oportunidades, desarrollo ni crecimiento a nuestros vecinos. Un año más que Burriana despide sin atraer capitales, sin generar activos y sin promover proyectos que fomenten la inversión.

Queremos que 2017 no sea otro año en balde. Desde el primer día estamos luchando para que el abandono en el que ha caído nuestra ciudad a manos de tres partidos que luchan por salir en la foto no se inocule en nuestros vecinos. Y afortunadamente hay sectores que ya caminan solos sin esperar nada del tripartito local.

Lo hicieron los chiringuitos en verano y lo han hecho los comercios este invierno. Con esfuerzo y empeño han trabajado para incentivar las ventas en Navidad frente a la dejación de un tripartito que hace aguas. A la ceguera de una concejalía de Comercio (Compromís) que sigue ninguneando a los establecimientos, se ha sumado este año la cerrazón de una delegación de Vía Pública (PSPV) a la que no se le ha ocurrido mejor momento del año para cerrar el principal acceso a la ciudad que el de la campaña navideña.

Pero Burriana no se amilana y hace frente a la adversidad con la mejor de sus fortalezas. El esfuerzo que durante los años de la crisis nos obligaron a aplicar políticas de austeridad que permitieron superar este trance económico con muchos sacrificios. Los mismos que ahora deberían haberse traducido en ahorros para las familias a través de rebajas de tasas e impuestos que no llegan.

No los esperen. Los tres partidos que nos gobiernan no han tenido en cuenta que tenían que rescatar a las familias. Algo cuanto menos sorprendente puesto que era uno de los pilares, si no el único, que soportaba la unión de estas tres fuerzas políticas: PSPV, Compromís y Podemos. El primero lleva la batuta y controla los fondos para dedicarlos a obras ¿necesarias?. El segundo pide y calla, reclama mayores inversiones para sus partidas aunque eso conlleve que haya otras que se descuiden. Pero... ¡y qué más da! Mientras Compromís cargue sus alforjas para garantizarse que su ego está bien atendido a golpe de titulares, no hay desahucio, ni paro, ni emergencia social que cuestione la inversión en sus concejalías. Y por último, Podemos, aquel partido que nacía de las bases y luchaba por ellas pero que desde el pasado 13 de junio de 2015 las tiene abandonadas. Porque los sueldos pesan más que los compromisos electorales. Y si no díganselo al líder de la formación política, que lejos de cumplir su compromiso de cobrar tres veces el salario mínimo interprofesional, no solo lo supera con creces, sino que se lo sube un 2%. Cosas veredes que non crederes, que diría El Quijote.

Esta es la política de estómagos agradecidos que administra Burriana. Una ciudad que el próximo año recibirá 5 millones de euros de Europa que esperemos que nuestros vecinos perciban y no en forma de subida de tasas, porque esas vendrán solas.

Desde el Partido Popular seguiremos trabajando desde una oposición responsable. Porque detrás de nosotros hay muchos vecinos que nos dieron su confianza convirtiéndonos en el partido más votado y esperando de nuestra gestión, bien como equipo de gobierno, bien como oposición, una labor responsable. Por ello, seguiremos fiscalizando a estos tres partidos que caminan paralelos con el único objetivo de gastar en caprichos. Reivindicaremos las necesidades de los vecinos como urgentes, como hemos hecho en estos 20 meses, y exigiremos que cumplan sus compromisos, aquellos que garantizaban un rescate ciudadano que lamentablemente se ha convertido en una carga para todos los vecinos.