La gestión del engaño

El 13 de junio de 2015, el Ayuntamiento de Burriana recibió a unos nuevos gestores. Tres formaciones políticas, PSPV, Compromís y Podemos con criterios opuestos entre sí pero con un punto en común: gobernar. Fruto de esta confluencia de intereses surgió un pacto, el Acord per Burriana, el que tenía por objetivo prioritario el rescate ciudadano, Salvem a les persones, como ellos mismos lo acuñaron.

Diez meses han transcurrido desde aquella foto en la que tres partidos unían sus manos. Diez meses en los que estos nuevos gestores, que administran la hacienda de una empresa que es de todos los vecinos de Burriana, el ayuntamiento, ha dejado de lado aquella prioridad y bandera.

La gestión de esta Sociedad Pública de la que todos somos accionistas ha ido por derroteros alejados del fin social. A las personas se les ha dado la espalda, y por el contrario se ha mirado de frente el protagonismo de cada una de las carteras para figurar en un espacio común en el que los codazos imperan.

Como ciudadanos, estamos en nuestro derecho de exigir resultados. Los que demuestren que esta empresa a la que todos los años transferimos fondos de nuestros bolsillos a través de impuestos y tasas, tenga un buen rendimiento.

No queremos que con nuestros fondos se pague el book ningún político que aspira a ser alcalde. Ni que otros aprovechen esta etapa en el consistorio, que saben que va a ser efímera, para hacer caja sin cumplir con sus obligaciones. Tampoco queremos que se escondan en sus despachos y en lugar de dar la cara ante los problemas de los ciudadanos, prefieran encerrarse en las cuatro paredes de un consistorio.

Aquel Acord per Borriana debe cumplir con lo prometido. Porque efectivamente las palabras se las llevan los hechos que constatan la mentira. Como Xarxa Llibres, el programa estrella que Ximo Puig y Oltra, recuerden, los mismos partidos que gobiernan en Burriana, anunciaron a bombo y platillo el 2 de septiembre de 2015. Doscientos euros debían ingresar nuestros vecinos, todos aquellos con hijos en etapa escolar, para facilitar la compra de los libros de texto.

La medida se vendía como la solución a las estrecheces que muchas familias, evidentemente aquellas con recursos más limitados, sufren a la hora de adquirir el material escolar para sus hijos. En la práctica, esas familias, las que el Acord per Borriana venía a rescatar, son las que no percibirán los fondos.

Y no lo harán porque el pretendido corazón social que mantiene con vida este tripartito, carece de compromiso alguno con las personas. Su pretendida bondad es usura. La que ha permitido que Safont recaude con Xarxa Llibres las deudas de cientos de vecinos que tenían impagos con el consistorio. Para eso ha servido el excelso programa de Ximo Puig.

Y con ello, fomentan las desigualdades. Doscientos euros para quien ha liquidado sus deudas, como marca la ley. Compensaciones y recortes para quienes las circunstancias económicas les han llevado al drama de no poder pagar. Medida social donde las haya.

Y mientras, 3.225 vecinos siguen esperando una oportunidad laboral. Afortunadamente, este año el tripartito sí se adhiere a la Estrategia del Gobierno Provincial para el Fomento del Empleo, el Emprendimiento y la Promoción Económica. Al menos, los vecinos podrán optar a la oferta que convoca Diputación. Esperemos que no sea la única alternativa, puesto que de la etapa de gobierno del Partido Popular han recibido 1,3 millones de euros. Por el momento, más de 974.006,07 euros ya han sido dedicados a diversas operaciones. Ninguna de ellas se corresponde con el empleo o la Emergencia Social. Estaremos atentos.