Buena novillada de Enrique Ponce en Requena

Novillada encastada, con mucho cuajo, muy bien presentada y con chispa que Enrique Ponce mandó a Requena para la celebración de unas clases prácticas excelentemente organizadas por La escuela Taurina de Valencia y Ayuntamiento de Requena en la que participaron los alumnos más destacados de las tres escuelas de la Comunidad.

En líneas generales los erales estuvieron por encima de los novilleros a los que les sirvió un tanto para meditar de que esta profesión es muy difícil y tienen que estar mucho más preparados.

A Cristian Climent, de la Escuela Taurina de Valencia, le tocó el mejor eral de la tarde, noble por los dos pitones, bravo, con movilidad y nobleza al que banderilleó excelentemente el alumno de Castellón Pablo Román. Demostró ser el novillero más preparado de todos, con soltura, oficio y experiencia suficiente para dar el salto a novilladas con caballos. Aún así creo que podía haberle sacado más partido al excelente eral que le tocó. Debo destacar que hizo muy bien su papel de director de lidia, atento en todo momento de todos los erales, y pendiente de todos sus compañeros a los que hizo quites en su preciso instante. Tras entrar dos veces a matar cortó dos orejas.

Jorge Expósito, también de Valencia, a pesar de su veteranía, no le acaba de coger el sitio a los novillos. Bien es verdad que le tocó el peor eral de la tarde, pero no terminó de acoplarse del todo y tuvo múltiples enganchones con la muleta. Le concedieron una oreja y sus seguidores le regalaron una tarta de gominolas cantándole feliz cumple años cuando dio la vuelta al ruedo.

Me gusta el estilo de torear del conquense Aitor Darío “ El Gallo”, apuntado a la Escuela de Valencia. También veterano y con perspectivas para pasar pronto a torear con los del castoreño, pero no tuvo su tarde en Requena. Falló con la espada y saludó al tendido.

La novillada iba de más a menos, pero no por culpa de los erales que seguían encastados y por encima de los novilleros. Así pues, vi bastante verdes a los alumnos de Valencia Roberto Beltrán y Vicente Jiménez, más bisoños que los anteriores, menos placeados y a los que les vinieron muy bien estas clases prácticas para adquirir experiencia y soltura delante de los erales, además de practicar la suerte suprema, que desgraciadamente solo tienen oportunidad de hacerlo en este tipo de acontecimientos, y demostrado queda que no es nada fácil.

Cuando ya el frío en Requena empezaba a calar en los huesos, haciendo que los aficionados nos pusiéramos las chaquetas, un jovencísimo Jorge Rico, de la escuela taurina de Alicante subió la temperatura en la plaza. Estuvo inteligente, decidido, con mucho desparpajo y gracia torera. Bien con el capote, compitiendo en quites con Sedano Vázquez, y suelto con la muleta. El toreo es sentimiento y éste se lleva dentro,

teniendo que aflorarlo al exterior para el gozo de los aficionados. Y eso es lo que hizo el alicantino, que a pesar de un pinchazo cortó dos merecidas orejas, concediendo el Presidente, D. Pablo Martínez, la vuelta al ruedo al eral.

El alcorino Sedano Vázquez, de la escuela taurina de Castellón, que cerraba plaza, me dio la sensación que salió un tanto presionado por la responsabilidad de matar un eral por primera vez. Aun así salió con decisión y recibió al novillo con una larga cambiada en el tercio seguida de tres verónicas colándosele dos veces por el pitón derecho. En los medios dio una ceñida chicuelina, una media muy lenta para rematar con una revolera y una serpentina. Compitió en quites Cristian Climent con tres chicuelinas ceñidísimas en la boca de riego, pero el pundonor torero de Sedano replicó con tres chicuelinas y una media. Tuve el honor de que me brindara el novillo lo que agradezco de todo corazón, pero a pesar de que me une mucho su amistad, debo ser fiel a mi crítica de la faena de muleta donde creo que le vino un poco grande, en el sentido de no saberle encontrar el sitio al novillo. Si bien en el centro del anillo molestaba mucho el viento, toreo demasiado cerca de toriles. Por la izquierda iba mejor el novillo pero abusó de ayudados y se empeñó en torear por el pitón derecho por donde el toro seguía colándose. Se cuadró a matar y dio la mejor estocada de la tarde, una media en el sitio pero algo contraria, lo que hizo que el novillo no doblara. Tras tres nuevos intentos pinchando en hueso y algunos descabellos finalizó el espectáculo.

Queda claro que se les debe dar más oportunidades a los chavales en matar reses fuera de las clases prácticas con público, en hartarse de tirarse al carretón y que les enseñen bien la técnica, pues sigue siendo la espina tonta por la que se pierden muchos trofeos, y al fin y al cabo debe ser la rúbrica de una buena faena.

Hay que tener en cuenta que se trata de clases prácticas y que los chavales están aprendiendo y no se les puede exigir lo mismo que a los profesionales. Estas clases les deben servir para aprender, coger oficio, corregir errores propios de becerristas, que es lo que son, y seguir entrenando. Hacer mucho toreo de salón, concentrarse y tener claro que si quieren ser toreros deben estar muy mentalizados en esto sacrificando otro tipo de cosas propias de su edad, pues como siempre digo, el que quiera vivir del toro debe ser el mejor, no hay otra alternativa. Esto es una profesión de élite y el que no está en la cima no se come una rosca. Hay demasiados depredadores y oportunistas esperando descuartizar al débil y aún en la cima existe mucha mafia sin piedad ni alma de empresarios soberbios que quieren acapararlo todo y a los que solo les importa su dinero. Ahora bien, su soberbia sin escrúpulo les ha llevado a que la Fiesta esté a punto de perecer.

Repito mi enhorabuena a la Escuela Taurina de Valencia por darles esta oportunidad en clases prácticas a los chavales y por su puesto al Ayuntamiento de Requena, representado por su Concejal de Cultura Pablo Martínez Pardo que debido a su afición, su talante y buen hacer consiguió que Requena fuera una excelente anfitriona.