Este verano tengo una duda existencial...
Yo comprendo perfectamente que lo de Bárcenas es un escándalo, que lo de los ERES de Andalucía es otro, y si no os importa, cuando haya que ir al Parlamento para desalojarlos y ponerlos en Barajas me avisáis porque yo ahora mismo tengo un problema más acuciante, más de andar por casa, en concreto de andar por la cocina; pero para mí, para mí, repito, es mucho más grave, pero sin comparación.
Estos días de tanto calor he ido tantas veces a la nevera, que mira por donde tengo una duda que no me deja vivir y que comprendo que es una cosa así como mía, pero… es que no pego ojo. Y es la siguiente, a ver si me ayudáis: ¿La luz de la nevera está siempre encendida, o está apagada y se enciende automáticamente cuando abres? Vamos a ver, o eso de micerveza o vicerveza: ¿Cuando la cierras se paga o se mantiene encendida? porque lo que está claro es que yo apagada no la veo nunca, pero jamás, en la vida he visto yo esa luz apagada.
Yo creo que se enciende automáticamente, no por nada, solo por eso de que dicen que vivimos en un mundo de inteligencia artificial, claro, porque después… por mucho que he mirado no veo yo ni botón ni clavija; pero como cuando la abro no la veo apagada ni una milmillonésima décima de segundo… pues ya casi estoy por asegurar que está siempre encendida.
No sé, pero me tiene tan desquiciado este asunto que incluso me he acercado al borde la puerta, y como donde cierra lo que veo es una goma, una especie de junta, ni separándola con un cuchillo puedo ver si así… ná, lo que me encuentro es con el lateral de la puerta que encaja perfectamente e imposible ver si la luz esta apagada o encendida.
Hasta he llegado a pensar que atravesando una barra de hierro de un lado a otro a través de ese lateral, o de frente perforando la puerta, que a lo mejor así veo como esta la condenada luz con la puerta cerrada, pero inmediatamente pensé que quien se encendería sería la sioux (mi mujer) y joé, que ya hace calor como para recibir ahora una somanta variada.
Y así estoy, que incluso a veces, de noche, si voy a por agua, hago como una especie de amago en la manilla de la puerta de la nevera en plan: «A que abro y te pillo… a que abro y te pillo… a que abro, a que abro…». Y ná. ¡¡¡Que voy a pillar hombre, que voy a pillar…!!!, lo que voy a pillar va a ser un resfriado de tanto abrir y cerrar la condenada nevera como no me lo aclaréis. Veranito me está dando este año el Zanussi ese, oye.
Dejar abierta y se apaga en un tiempo previsto ,de todas formas muy bueno ,para los tiempos que corren