LA UNIÓ pide una moratoria hasta febrero del próximo año para la supresión del abanico como método de aplicación de purines en las explotaciones agrarias
Se trata de que no afecte ni a las ayudas de la PAC de los ganaderos ni a la condicionalidad de los agricultores
LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders ha solicitado a la Conselleria de Agricultura que establezca una nueva moratoria -la actual concluye el 30 de junio- hasta el 21 de febrero del próximo año para adaptar a la nueva normativa la obligación de cambiar el sistema de aplicación de purines en las explotaciones agrícolas de la Comunitat Valenciana y que al mismo tiempo no afecte ni a la PAC de los ganaderos ni a la condicionalidad de los agricultores.
LA UNIÓ ha aprovechado también esta solicitud de moratoria para demandar la formación de un grupo de trabajo sobre los purines y estiércoles con objeto de trabajar conjuntamente con la Generalitat para valorizar los productos y potenciar la aplicación de los abonos orgánicos frente a los inorgánicos. Otra cuestión relevante sería disponer de un marco normativo sobre este tema en la Comunitat Valenciana que impida a los municipios como hasta ahora sacar ordenanzas diferentes a la autonómica.
La normativa estatal, prorrogada en un primer momento por la Generalitat atendiendo a las características específicas del sector agrario valenciano, establece la prohibición de aplicar purines en las superficies agrícolas mediante sistemas de plato, abanico o cañones. El tipo de explotaciones ganaderas de la Comunitat Valenciana es predominantemente familiar, situadas en zonas desfavorecidas y con una dimensión pequeña y minifundista, lo que dificulta la aplicación de la nueva norma respecto a otras zonas y requiere de un plazo más elevado de tiempo para adecuarse. Se deben valorar así mismo a juicio de LA UNIÓ las excepciones de aplicación de la norma según por ejemplo el tamaño de explotaciones, su pendiente, etc.
La moratoria establecida ahora concluye a final de mes. Sin embargo, existe en la Comunitat Valenciana un censo superior a las 1.000 cubas de purín de porcino -muchas de las cuales no están todavía adaptadas a la nueva normativa- que podrían verse penalizadas, así como otros titulares agrícolas por incumplimiento de la condicionalidad dentro de las ayudas de la PAC. Por este motivo, LA UNIÓ ve necesario ampliar el periodo de adaptación de la maquinaria hasta el 21 de febrero próximo, con el objetivo de que no afecte a la campaña actual de la Solicitud Única de la PAC y equiparar asimismo también la obligatoriedad de todas las explotaciones más pequeñas.
En este punto, cabe resaltar que una de las principales líneas de ayudas a las que el sector tiene acceso para adaptar la maquinaria a la normativa de purines son las ayudas de la Conselleria de Agricultura para la mejora de la competitividad y sostenibilidad de las explotaciones ganaderas. El problema es que, tal y como LA UNIÓ ha denunciado recientemente, para la convocatoria de este año se han quedado sin ayudas ya un total de 180 explotaciones ganaderas por falta de presupuesto.
En este último aspecto, indicar por tanto que la Conselleria de Agricultura no ha dotado de presupuesto ni tampoco formado e informado a los ganaderos acerca de las fechas para el cambio de aplicación de los sistemas de aplicación de los purines.