Unidas Podemos defiende la naranja valenciana frente a la sudafricana
La diputada por València en el Congreso, Rosana Pastor, ha defendido de nuevo en la Cámara Alta la necesidad de activar la cláusula de salvaguarda prevista en los tratados de la Unión Europea para defender la naranja valenciana frente a la sudafricana tras la firma y modificación de un acuerdo que ha permitido las importaciones masivas de estos cítricos.
«La firma de este acuerdo y su modificación han tenido consecuencias inmediatas y desastrosas de las que este Grupo Confederal ya trató de avisar en la sesión de la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente celebrada el 19 de Octubre de 2016», ha recordado Pastor, «los mercados se han visto inundados por cítricos, especialmente naranja y mandarinas, procedentes de Sudáfrica en plena campaña nacional lo que ha empujado a la baja los precios del sector y a una crisis sin paliativos».
La diputada ha insistido en que la última modificación del acuerdo de Asociación Económica ha agravado el problema, al alargar el periodo de importación hasta el 30 de noviembre, justo cuando comienza la campaña de producción local. «Esto significa la presencia de grandes volúmenes de producto sudafricano hasta al menos el 15 de diciembre... O hasta hasta finales de enero o mediados de febrero, como es el caso», ha advertido la diputada en su última intervención, «y la posible pérdida de 300 millones de euros al final de la campaña».
Pastor ha reconocido que las perspectivas para la campaña citrícola valenciana eran muy positivas, pero «una vez iniciada y con el nuevo Acuerdo Económico en vigor, los datos de comercialización y precio arrojan un escenario dramático: en la primera parte de la campaña los productores de cítricos han acumulado pérdidas por más de 190/200 millones de euros debido a la caída de los precios y el valor del producto que se queda sin recolectar por la falta de demanda», ha explicado, «el precio origen de la naranja y mandarina ha caído un 20% respecto a la campaña anterior aunque debido también a la falta de transparencia y control de la cadena alimentaria, al igual que todos los años, la diferencia entre los precios en Origen (lo que cobra el agricultor), y destino (lo que paga el consumidor) haya llegado a incrementarse en 650% en enero de 2017 y en este inicio de temporada en un 832%, y todo eso sin contar con la venta a pérdidas.»
Los datos parecen confirmar una mala campaña para los agricultores, sobre todo para los pequeños y medianos productores, aunque Pastor ha denunciado a los grandes beneficiarios del acuerdo: «ha sido una magnífica campaña para los comercios debido a este incremento y a que los precios en Europa se mantienen. Este tipo de acuerdos comerciales tampoco benefician a los pequeños y medianos productores africanos, sino a las grandes multinacionales y cadenas de distribución y a cambio perjudican, de manera muy importante a nuestros productores y productoras locales y a un modelo de cultivo con fuerte arraigo social y económico y que determina gran parte del paisaje de nuestros territorios».
Rosana Pastor ha reconocido que el modelo agrícola valenciano se divide en miles de pequeñas explotaciones, pero ha advertido de que desconfigurar ese modelo conllevará la pérdida de la diversidad y de «las coordenadas que nos hacen ser el pueblo, el país, el estado que somos».