La única solución para la debacle organizativa del Valencia CF se llama Voro
La decisión de Peter Lim de cesar a Celades como entrenador encadena también la dimisión de César Sánchez como Director Deportivo en plena lucha por conseguir entrar en puestos europeos
La peculiar manera de proceder del Valencia CF se ha convertido en una constante durante las últimas temporadas. Más concretamente en la forma que tienen de tomar y comunicar decisiones, ya que el dueño dirige el club desde la distancia de su residencia de Singapur y sus directivos ejecutan sus planes en València.
Esta vez le ha tocado estar en el centro de la diana a Albert Celades, quien desde la tarde de ayer dejó de ser el entrenador del Valencia CF y cierra así una corta etapa desde que supliera a Marcelino García Toral. Un periplo de tan solo 293 días es lo que ha durado Celades en el cargo, quien los resultados, problemas en el vestuario y sensaciones del juego de su equipo le han sentenciado de manera definitiva. Perder el derbi contra el Villarreal CF fue la estocada final que se unió al negativo balance de haber cosechado tan solo 4 de los últimos 15 puntos disputados desde que La Liga se reanudó tras el parón provocado por la pandemia del Coronavirus.
Esta, posiblemente, es la decisión deportiva que más acorde ha ido con los resultados y el juego del equipo, ya que en las anteriores han entrado en juego otros factores que distan mucho de lo que la plantilla mostraba en el terreno de juego. Por lo tanto, en esta ocasión la destitución de Celades está basada en argumentos evidentes, a pesar de las formas de proceder y de comunicárselo, ya que el técnico catalán se enteró de su despido a las 16:00 horas de ayer, tan solo una hora antes de que el club emitiera públicamente la decisión.
Siguiendo esta línea de actuación de los mandatarios, se evidencian los problemas internos del club. Durante la mañana de ayer fue el propio César Sánchez, Director Deportivo del Valencia CF, quien comunicó a la plantilla en el vestuario de la Ciudad Deportiva de Paterna que la decisión era que Celades siguiera como entrenador por lo menos hasta el siguiente partido. Una vez comunicado esto a los futbolistas, es el mismo César Sánchez quien se sorprende enormemente por el giro drástico que ha tomado la situación en tan solo unas horas. Es este el motivo por el que el Director Deportivo presenta su dimisión irrevocable de su cargo inmediatamente después de que se comunicara el despido del entrenador. Sánchez entendió que su dignidad profesional está por encima de los cargos y no pudo tolerar los cambios radicales y repentinos del club en apenas unas horas.
Suerte tiene la entidad valencianista por poder contar con un hombre de club de la talla de Voro González, que asume desde ya el mando de la primera plantilla y les dirigirá los seis partidos que restan hasta el final de la temporada. Mañana mismo, a las 19:30 horas, se sentará en el banquillo de Mestalla para dirigir a los suyos contra el Athletic Club de Bilbao. Voro se ha tenido que hacer cargo del equipo cada vez que los dirigentes han tomado alguna decisión controvertida y de última hora, además consiguiendo buenos números y teniendo siempre el respeto de los futbolistas.
Estas ocasiones complicadas para la entidad en las que sale a relucir la profesionalidad de Voro se han sucedido en el tiempo a lo largo de las últimas seis temporadas. Tendrá que hacer frente a los problemas que se ocasionaron en el vestuario entre el delantero Maxi López y el anterior entrenador, que dividió a la plantilla, y la polémica salida del club del central argentino Ezequiel Garay, quien hoy mismo se ha pronunciado en sus redes sociales para comunicar oficialmente su marcha del equipo tras una sucesión de problemas y de malos entendidos con los encargados de la parcela deportiva de la entidad.
El Valencia CF ha relevado al entrenador nueve veces en los últimos años. Cifras que dejan a las claras los problemas para asentar a un grupo y una idea clara.
El último de este capítulo y tras el que aterrizó en València Albert Celades, no sin antes visitar a Peter Lim en Singapur, fue Marcelino García Toral. El entrenador asturiano es el mismo que fue despedido por Lim tras ganarle la Copa del Rey al FC Barcelona y después de volver a clasificar al Valencia CF para la Champions League. Estos dos son los mayores logros deportivos cosechados por el conjunto valencianista en los últimos años, por lo que hace todavía más incomprensible la decisión de prescindir de Marcelino. Este hecho se argumenta en las continuas desavenencias que existían entre el asturiano y los dirigentes del club, quienes miraban hacia otros objetivos distintos que marcaban unas ciertas preferencias deportivas que el entrenador no compartía. Marcelino tuvo la particularidad de que toda su plantilla al completo estaba de su lado, la sintonía entre el cuerpo técnico y los futbolistas era total. Tanto fue así que tras su despido fulminante con la temporada actual comenzada y tras conseguir lo que no se había conseguido en muchas temporadas anteriores, varios pesos pesados y capitanes se manifestaron públicamente a favor del que dejaba de ser su entrenador y criticaron la decisión tomada por los directivos y dueño del club.
Para seguir con estos métodos poco fructíferos para los resultados deportivos y para la estabilidad del club, tras la marcha forzada de Marcelino llegó la de su mano derecha. Mateu Alemany ejercía junto al técnico una dupla que estaba empezando a dar resultados tanto con el título de la Copa del Rey como con la clasificación para la Champions. Alemany llegó a un acuerdo y rescindió su contrato tras darse cuenta que su figura perdía peso aceleradamente y sus opiniones contaban poco o nada para Peter Lim.
Estos cambios de rumbo en el Valencia CF trascienden a lo deportivo, ya que la afición valencianista lleva varios meses manifestándose públicamente en contra de los dirigentes actuales. Incluso dentro de Mestalla piden a gritos que se aparten de la gestión del club tanto el dueño, Peter Lim, como el presidente, Anil Murthy, y el resto de su gente.
Ahora, con este ambiente de crispación total, el Valencia CF intentará conseguir entrar en los puestos de la clasificación que dan derecho a disputar competición europea con Voro González a los mandos del equipo y con la incertidumbre del futuro tanto por quién será el siguiente técnico como por los objetivos deportivos que todavía están lejos de alcanzarse.