Tres de cada diez locales de ocio nocturno todavía no han recibido las ayudas de la Generalitat
El sector teme la euforia de socialización a partir de ahora “que amenaza con hacer de las noches en la Comunitat Valenciana un auténtico caos”
La Coordinadora Empresarial de Ocio y Hostelería de la Comunidad Valenciana (CEOH) denuncia que más de 6 meses después del anuncio del president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, el 26 de noviembre, de un plan de ayudas económicas directas para el ocio nocturno, un 35% de las empresas del sector siguen excluidas de dicho plan por la mala planificación de la Generalitat.
Lamentan que de las 1.136 solicitudes presentadas, “más de 400 siguen sin respuesta y al borde de la quiebra, ya que se han recibido más solicitudes que cumplen lo requisitos exigidos y los 8 millones de euros adjudicados no son suficientes para cubrir la demanda, según admite la misma administración autonómica”.
Además, teniendo en cuenta que los planes Resistir Plus están siendo imposibles de solicitar para una parte muy importante de las pymes, ha provocado que el 80 % de los 200 millones de euros estimados para el primer tramo de ayudas dirigido a los autónomos no hayan sido tramitados, “lo que deja en evidencia la falta de voluntad de la Generalitat de apoyar económicamente a las empresas más perjudicadas por la crisis del coronavirus y a las que la falta de planificación y improvisación de la Generalitat tiene al borde de la desaparición”, denuncian.
La CEOH denuncia la improvisación de la nueva fase de la crisis sanitaria
Asimismo, cuando faltan menos de 24 horas para que finalice el toque queda, la CEOH se ve en la necesidad de denunciar “la improvisación con la que se aborda esta nueva fase de la crisis sanitaria, sin que se hayan adoptado medidas preventivas de concienciación y de mediación social que amortigüen la euforia de socialización y que amenaza con hacer de las noches en la Comunitat Valenciana un auténtico caos”.
Una fase de la crisis sanitaria, insisten, que haría necesaria contar con el dique de contención que son los más de 1.000 locales de ocio que siguen abiertos en la comunidad y que con sus 10.000 trabajadores podrían ofrecer una oferta reglada de ocio para impedir que el descontrol y las actividades irregulares sea la única alternativa con la que cuenta los jóvenes.