Tradición, artesanía y mucho mimo: La confección de un traje de fallera paso a paso
La selección de las telas, la creación del traje y la elaboración del aderezo son los ejes fundamentales de este proceso
¿Qué sería de las Fallas sin los trajes de fallera? ¿Acaso no son uno de los símbolos más representativos y característicos de estas fiestas que ya son Patrimonio de la Humanidad? Estos trajes cuentan con siglos de historia a sus espaldas y cada año miles de mujeres los lucen durante la semana fallera en eventos clave como la Ofrenda de Flores a la Virgen de los Desamparados.
Los trajes de fallera han ido evolucionando hasta llegar hasta nuestros días, aunque siempre queda en ellos la esencia materializada en materiales como la seda, la composición con una falda como gran protagonista y un aderezo con peineta u horquillas. El trabajo de confección de un traje de fallera “no es nada complicado, pero requiere tiempo, muchas horas, paciencia, dedicación y mucho mimo” afirma Regina Manzano, indumentarista de Telar de Seda en Sedaví.
El primer paso en su elaboración pasa por la elección de las telas “en la Compañía Valenciana de la Seda trabajamos solo con fibras naturales que principalmente son: el la seda, el algodón y la viscosa. Esta última se emplea sobre todo en València como rayón, es una viscosa con un tratamiento que le da más brillo” explica Guillermo Català, miembro de la Compañía Valenciana de la Seda.
Tras la elección, se pasa a hacer los dibujos y los diseños, “cada uno se puede confeccionar en diferentes colores de urdimbre, es decir, todos los hilos que van en vertical en el traje de Fallera, lo que se conoce como el fondo del color. Sobre esta urdimbre se colocan las tramas que son todas las hilaturas que van de un lado a otro del traje por todo el ancho. Un dato curioso es que la Compañía Valenciana de la Seda ofrece dos posibilidades de tejer la tradicional, con los pedales manuales de espolín del año 1850, y los pedales modernos, mecánicos”.
Una vez escogidas las telas en las que la selección de los colores, por lo que “todos los años hay colores clásicos como el blanco, el negro, el crema o el rojo valentino y a partir de ahí cada año salen colores nuevos. La Compañía Valenciana de la Seda ofreció en 2022 una variedad de 25 tonos” afirma Guillermo Català.
El traje de Fallera y su aderezo, la combinación perfecta
Un traje de Fallera se compone de “unas medias, unos pololos, un ahuecador, una enagua, la falda, la falda acompañada de una manteleta, alguna chambrita y el corpiño junto conde arriba y los zapatos".
"El proceso de confección del mismo comienza con la toma de medidas de la fallera, se sigue con la creación de la falda y finalmente se elabora la parte del corpiño. Se trata de una confección mayoritariamente hecha a mano. Además, es muy importante realizar bien el encarado de las telas para que todas vayan con el mismo dibujo y bien encaradas”, afirma Regina Manzano de Telar de Seda.
Al mismo tiempo que se lleva a cabo la creación del traje, también se forma el adrezo, pues este conlleva un proceso bastante complejo si se crea desde un inicio, ya que para uno solo intervienen hasta seis personas en cada una de las fases. “La fundición, después sacar de fuego, repasar limaduras, el pulido, el chapado, montar en perla o piedra, cosido o pegado y el pasador de colar y pulsera.”cuenta Pepe de Art Antic.
El aderezo que está formado por broches, las pulseras, collares, horquillas o peinetas en materiales que van “desde plata de ley u oro 18 quilates hasta latón montado con perla fina cosido a la pieza, nácar o coral sintético y dependiendo del que se use el precio puede variar desde los 450 euros hasta los 14.000 euros”.
En definitiva, la confección de un traje de Fallera se fundamenta en el trabajo manual, cuidando cada detalle hasta el último milímetro para que cada Fallera se sienta cómoda en él. Estos son pequeñas obras de arte elaboradas cada año en la Comunitat Valenciana para seguir dando espacio a la tradición y al amor por las Fallas.
