Una tractorada toma las carreteras valencianas: los agricultores protestan por la crisis del sector
La movilización se ha organizado a través de las redes sociales y vía móvil
El campo valenciano despierta. Este martes a primera hora de la mañana han comenzado las movilizaciones lideradas por los agricultores de la Comunitat Valenciana. Centenares de tractores han tomado las carreteras para hacer visibles sus exigencias.
A marcha lenta, sin cortar carreteras, los tractores han tomado las carreteras valencianas para visibilizar su protesta porque "sin agricultura no hay vida” o “esto no va de colores, ni de ideología, va de defender nuestro pan de cada día”.
Los tractores han tomado algunas calles de la Comunitat Valenciana a primera hora, principalmente en la provincia de Valencia se pueden ver vehículos agrícolas en la CV-30, la Carrera del Riu o la calle Barranques del Figuero, en La Punta; en la provincia de Castellón, la N-340 a su paso por Vila-real, la N-232 en Morella, la CV-10 en les Coves de Vinromà o la CV-15 a lo largo de la carretera en zonas como Los Rosildos o la Vall d'Alba.
Asimismo, varias autovías han quedado cortadas a lo largo del día. En Utiel, los tractores han colapsado la A-3, lo que ha hecho difícil la circulación del tráfico, así como en Cheste. También la autovía A7 ha vivido atascos en La Ribera y la A35 ha quedado cortada durante unos minutos cerca de Xàtiva, así como la CV35 en Burjassot.
“Vamos a tomar las calles de manera independiente, sin políticos y sin dirigentes de asociaciones agrarias que no nos representan y las vamos a tomar contundentemente en protesta indefinida por las políticas que se están llevando a cabo por Europa con el consentimiento de los políticos españoles cuyo único resultado es nuestra desaparición progresiva”, indican desde la organización de la tractorada.
Asimismo, aseguran que “se siguen llenando las estanterías de productos de terceros países, enriqueciéndose los grandes comercializadores y la gran distribución, poniendo en peligro la soberanía alimentaria con nuestra desaparición”.
La principales reivindicaciones del sector
Las principales demandas del sector agrario incluyen: reorientar las políticas europeas para dar prioridad a la agricultura europea y flexibilizar el Pacto Verde Europeo; exigir reciprocidad en todos los nuevos acuerdos comerciales de la UE con terceros países, así como revisar y evaluar el impacto de los acuerdos existentes; reducir la burocracia asociada a las políticas agrarias, especialmente para las pequeñas explotaciones; flexibilizar el cuaderno digital de explotación; aumentar el control fitosanitario de las producciones procedentes de países terceros; implementar medidas de apoyo a la adaptación de los cultivos al cambio climático; evitar la disminución de sustancias activas fitosanitarias mientras no se disponga de alternativas eficaces comprobadas; cumplir estrictamente con la Ley de la Cadena Alimentaria, con una prohibición explícita de la venta a pérdidas; establecer un plan de choque para aliviar el aumento de los costes de producción; abordar la política y planificación hidrológica, buscando soluciones al problema de la falta de ayudas para paliar la sequía; y solicitar al Ministerio y a ENESA cambios estructurales en los seguros agrarios como herramienta básica de ingresos, entre otras medidas.
Las organizaciones agrarias prevén un plan de acción para denunciar la crítica situación del sector
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), ASAJA Alicante, La Unió Llauradora i Ramadera, la Coordinadora Campesina del País Valenciano (CCPV-COAG) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA-PV), con el apoyo de las Cooperatives Agro-alimentàries de la Comunitat Valenciana, han establecido para el día de hoy un plan de acción conjunto para denunciar la crítica situación que sufre el sector agrario y reivindicar medidas a todas las administraciones.
Las organizaciones agrarias y las cooperativas valencianas alertan de que la crisis de rentabilidad del sector agrícola y ganadero de la Comunitat está llevando a acelerar el abandono de campos, con el consiguiente despoblamiento del medio rural y el encarecimiento de los alimentos a los agricultores.