El gobierno del PSOE de Torrent aprueba la contabilidad del 2018 con el voto de calidad del Alcalde Ros al abstenerse los dos concejales de Cs
El resto de grupos del Consistorio (PP, Compromís y Vox) votaron en contra, a pesar de que Vox había votado a favor en la primera Comisión de Hacienda
Los únicos grupos municipales que reclamaron contra a las cuentas fueron el PP con 38 reclamaciones y Compromís con 54
Pau Alabajos (Compromís): “La contabilidad del Ayuntamiento de Torrent no representa su imagen fiel en no aportar datos fiables de su inmovilizado, no tener registrado el patrimonio público del suelo y no enlazar la contabilidad con el inventario de bienes”.
Durante el Plenario celebrado el pasado 7 de octubre el Ayuntamiento de Torrent aprobó las cuentas generales del Ayuntamiento, sus empresas municipales y sus organismos autónomos. Esta sesión no estuvo exenta de polémica, tanto por el sentido de la votación de cada grupo, como por la extraña matemática que se dio para su aprobación.
Previamente, en la primera Comisión Informativa de Hacienda el grupo municipal de Vox cambió de criterio por dos veces al manifestar primero que iba a votar en contra, para acabar votando a favor en esa misma sesión.
Ya en el pleno extraordinario final, convocado a tal efecto, la contabilidad municipal del 2018 estuvo aprobada por los 11 concejales del PSOE, con la abstención de los 2 regidores de Ciudadanos al no presentar ninguna reclamación al texto; y los votos en contra de los 8 regidores del Partido Popular, los 2 de Compromís y 1 de Vox, al no acudir el otro representante de esta formación al Plenario en cuestión.
Como que el sentido de la votación daba 11 votos a favor, 11 en contra y 2 abstenciones, - por lo tanto, un empate -, se resolvió a favor por el voto de calidad del Alcalde Jesús Ros.
Para Compromís per Torrent la contabilidad municipal nunca ha representado la imagen fiel del Ayuntamiento como consecuencia de la total falta de amortización de su inmovilizado, impidiendo por lo tanto dotar una parte de sus recursos para reponer vehículos, equipos, hacer mantenimiento, etcétera. Esto significa adicionalmente que los valores patrimoniales que figuran en la contabilidad municipal no representan su valor real, o dicho de otro modo, no son de fiar. Buena prueba de esta afirmación son las 21 reclamaciones aceptadas por la Intervención Municipal, que además año tras año son las mismas sin que ningún gobierno poso los medios ni la voluntad política para solucionarlas, ha afirmado el portavoz de Compromís.
Finalmente, Alabajos denunció que “el Ayuntamiento todavía no dispone tampoco de una relación de su patrimonio municipal del suelo, ni de un inventario enlazado con la contabilidad, tal y como obligan las Órdenes del Ministerio de Hacienda. Tampoco elabora ninguna relación de resultados coste-beneficio para saber si los objetivos de las delegaciones o concejalías se están cumpliendo, y sobre todo para conocer si los resultados de las políticas que se han implementado son óptimos o deficientes. Hay por lo tanto una falta absoluta de información y control sobre el grado de eficacia de los programas municipales que reciben recursos del presupuesto”.