Territorio vetado: un estudio desvela las 4 ciudades valencianas donde es imposible comprarte un piso
La odisea de comprar vivienda: ahorrar 20 años o más para pagar el 30% inicial
La probabilidad de que un ciudadano valenciano, con un salario correspondiente a la mediana, pueda comprarse un piso de 80 m2 en alguna de las grandes ciudades de la Comunitat Valenciana, solo es medianamente factible para quienes lo hacen en pareja. De esta forma, al contar con dos nóminas y compartir muchos gastos, el monto total de sus ingresos les alcanzaría para cubrir su coste de vida y ahorrar lo necesario para alcanzar el monto requerido o para luego de obtenida la hipoteca, pagar las cuotas mensuales.
A esta enorme dificultad se añade el tiempo que demanda ahorrar el monto necesario para cubrir el 30% del valor de la propiedad, que en la ciudad de Valencia, siendo soltero, llevaría 20 años, mientras que en las ciudades más accesibles este tiempo se reduce a la mitad.
Así se desprende del índice de SinComisiones, que muestra que las grandes ciudades de la Comunitat: Valencia, Alicante, Torrevieja y Orihuela, quedan muy lejos del alcance para la compra de una vivienda modesta para un ciudadano soltero de renta media.
La accesibilidad de compra para una persona sola es de gran relevancia económica y sociológica, en tanto todas las proyecciones demográficas, incluidas las más recientes del INE, dicen que los hogares unipersonales van a tener un crecimiento muy fuerte en los próximos quince años, hasta situarse en un 33,5% del total, desbancando a los hogares de dos o más personas.
El efecto expulsión en las grandes ciudades
Comprar una vivienda enfrenta un obstáculo significativo: la necesidad de disponer previamente del 30% del valor del inmueble para poder acceder a una hipoteca. Esto solo es viable para aquellos que cuentan con ahorros importantes o reciben apoyo económico familiar, lo que limita fuertemente las posibilidades de adquisición.
Esta barrera financiera añade más dificultad a un mercado ya de por sí exigente, complicando el acceso a la vivienda para muchos. Los cálculos de este estudio se basan en tratar un conjunto de datos estadísticos con una visión económica y sociológica, como los precios del m2 para cada ciudad, la mediana de salarios y los requisitos bancarios para que te concedan una hipoteca, entre otros. Todo ello adaptado específicamente a cada ciudad en concreto, lo que representa un importante avance sobre los estudios inmobiliarios más genéricos.
El Índice SinComisiones pretende documentar y poner de manifiesto la gentrificación urbanística que atenaza a las grandes ciudades españolas. Esto conlleva un verdadero efecto expulsión sobre sus propios ciudadanos cuando quieren tener su vivienda en propiedad.
Ahorrar en pareja: la llave que abre la oportunidad
El hecho de comprar una vivienda en pareja, con la disposición de dos nóminas, acerca muchísimo más la posibilidad de adquirir un piso de 80 m2, en cuanto a disponer de una hipoteca. Según el Índice, luego de pagar los gastos mensuales y lo correspondiente a la hipoteca, solo quedaría disponible entre 2% y 18% de los ingresos para destinar a ahorro u otros gastos extraordinarios, dependiendo de la ciudad. Y esto contando que la pareja no tenga hijos.
Por el contrario, una persona soltera, en la Ciudad de Valencia, necesitaría tener 40% más de ingresos para poder cubrir el ahorro necesario y el pago de la hipoteca.
“Con todo, hay que recordar que estamos hablando de una vivienda sencilla de 80 m2. Cualquier aspiración a una vivienda superior empeoraría notablemente esta accesibilidad”, agrega Gabriel Rodriguez Lorenzo, cofundador de la plataforma.
El reto fundamental: conseguir el ahorro necesario
La exigencia de contar con un 30% del precio de la vivienda para acceder a un crédito hipotecario se convierte, en muchas ocasiones, en un obstáculo insalvable para quienes desean dar el paso hacia la compra. Sin ahorros previos o el apoyo de familiares, la única alternativa es comenzar a acumular fondos en una hucha específica. Sin embargo, el tiempo necesario para reunir esta cantidad hace que la adquisición de una vivienda en las principales ciudades valencianas sea un desafío considerable para la gran mayoría de la población.
Para el caso de un ciudadano o una pareja con una sola nómina, la dificultad de conseguir este ahorro se presupone prácticamente insalvable ya que deberá ahorrar entre 10 y 20 años, solo para obtener los ahorros iniciales.
Si se dispone de dos nóminas, el tiempo para lograr el ahorro necesario disminuye a menos de la mitad. En este caso, se requiere de tres años de ahorro en Gandía y Castellón de La Plana, mientras que en Valencia llevaría 6 años.