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La tasa de absentismo laboral crece en la Comunidad Valenciana hasta el 5,5%

La tasa de absentismo laboral crece en la Comunidad Valenciana hasta el 5,5%
  • En 2021 se han perdido 1.701 millones de horas de trabajo

El absentismo se define como la “abstención deliberada de acudir al lugar donde se cumple una obligación”. Este fenómeno social, económico y laboral afecta directamente a nuestra sociedad, a nuestro tejido productivo y a la sanidad. Los datos hablan por sí solos y en el pasado 2021 se han perdido 1.701 millones de horas de trabajo.

Erróneamente, muchas veces se equipara el absentismo con faltas injustificadas. Aunque estas últimas son una parte del absentismo, no son la porción más importante. También se incluyen dentro del absentismo, por ejemplo, las horas no trabajadas por maternidad, por permisos remunerados y por conflictividad laboral.

Por ello, el Adecco Group Institute, publica por undécimo año consecutivo el Informe Adecco sobre Empresa saludable y gestión del Absentismo. El objetivo es analizar periódicamente las cifras de este fenómeno en España, y abordar de manera sucesiva el estudio de todas aquellas manifestaciones que ayuden en la prevención, gestión y, en su caso, adecuado control del absentismo. Además, en esta edición se mide el efecto que las novedades del mercado laboral han tenido en este fenómeno, a través de la realización de una encuesta sobre aspectos como el teletrabajo y el presentismo, con un apartado sobre Centros de Atención a Clientes. 

No es posible cuantificar de forma exacta a cuánto asciende el absentismo. Además, estos últimos años hemos vivido un contexto atípico debido a la COVID-19. Lo cierto es que la pandemia derivó en un aumento de las horas de trabajo perdidas por Incapacidad Temporal (enfermedad común o accidente no laboral), así como por otros conceptos, tales como permisos (por ejemplo, por la necesidad de cuidar familiares enfermos) u horas perdidas en el lugar de trabajo (ej: faltas de suministros).

Así, la COVID-19 disparó la tasa de absentismo en España en 2020 hasta el 7,1%, un máximo histórico. El 2021 fue peculiar pues ocurrió exactamente lo contrario, esta variable disminuyó hasta el 6,6% que, no obstante, es el segundo dato más alto de la serie histórica. La reducción de 0,5 puntos porcentuales se explica por la menor pérdida de horas de trabajo por motivos distintos de IT. En el caso de la Comunitat Valenciana, la tasa de absentismo ha subido en 2021 al 5,5%, pero es la quinta más baja entre todas las autonomías.

Con los primeros datos sobre 2022 la tendencia vuelve a cambiar pues en el primer trimestre de este año el absentismo vuelve a subir, con una tasa histórica del 7,5%, lo que supone 0,9 p.p. más con respecto al último trimestre de 2021.

Si tenemos en cuenta que en 2021 hubo una media de 16,1 millones de asalariados, se puede estimar que a lo largo del año el absentismo resultó en la pérdida de 1.701 millones de horas de trabajo. Considerando que la jornada pactada anual fue de 1.814 horas, podemos concluir que las horas no trabajadas por absentismo equivalen a que 937.900 asalariados no trabajaron durante todo el año. El absentismo equivale a decir que 1 de cada 16 personas, aunque son asalariadas, no trabajan.

Para traducir lo anterior a un coste económico hay que multiplicar las horas no trabajadas por el coste laboral total por hora. Así, el coste total para el conjunto de la economía es de casi 37.000 millones de euros anuales, lo que equivale a 3,1% del PIB.

Sin embargo, no debe olvidarse que no todo el absentismo puede eliminarse por la razón obvia de que, lamentablemente, la gente enferma. No se debe caer en el error de interpretar que todo el coste antes indicado podría ahorrarse. Ese es el coste bruto, el neto o suprimible es mucho menor. El absentismo suprimible es aquel que excede lo que podría considerarse un absentismo “normal”, pese a la dificultad obvia en definir ese límite.

En palabras de Javier Blasco, director del Adecco Group Institute: “Nos encontramos imbuidos en medio de tendencias y cambios en las organizaciones que tienen que ver con los retos y oportunidades de la digitalización, la sostenibilidad, la necesidad de garantizar entornos de inclusión y diversidad si queremos garantizar la innovación y resiliencia, la superación de los miedos en un entorno de postpandemia, los desafíos de la salud mental, el envejecimiento de la población…. todos estos factores influyen enormemente en la motivación de las personas, en la cultura de las organizaciones, y también en las ausencias”.

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