¿En qué situaciones se recomienda seguir usando la mascarilla?
El Gobierno aconseja el "uso responsable" del cubrebocas en algunas situaciones
Tras dos años usando mascarillas en interiores, este miércoles 20 de abril el Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge el fin de su uso obligatorio, acabando con uno de los últimos símbolos de la pandemia.
Aun así, seguirá siendo obligatoria en algunas situaciones, como las visitas a hospitales o residencias de ancianos, clínicas, ortopedias, ópticas, dentistas, farmacias, así como en los viajes en medios de transporte público, ya sean trenes, autobuses o taxis. Además, en el transporte marítimo también se deberá de llevar si no se puede respetar la distancia mínima de 1’5 metros.
Asimismo, podrían ser obligatorias en algunos centros de trabajo. Y es que, aunque en general no hace falta llevarlas, las empresas podrían imponerlas si sus departamentos de riesgos laborales consideran que se producen situaciones de riesgo que hacen necesario que los trabajadores la sigan portando.
El comercio, en cambio, es un espacio libre de mascarillas, en principio, ya que, de nuevo, si los empresarios consideran que hay razones objetivas de seguridad para llevarlas (como podría ser el escaso espacio de un establecimiento) podrían imponerlas en virtud del derecho de admisión, impidiendo su entrada a los clientes no cubiertos.
¿Cuándo es recomendable llevarla?
Aun así, el Gobierno sigue recomendando su uso en algunas situaciones, aunque no sea obligatorio. Así lo explicó la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que indicó que sigue siendo recomendable su uso a personas vulnerables.
Entre ellas, destacan las inmunodeprimidas, las que sufran enfermedades crónicas, la población mayor de 60 años o las embarazadas, por lo que se recomienda que continúen con su uso aunque se encuentren en un ambiente familiar, si los encuentros son en interiores. Además, también se recomienda su uso para los familiares o convivientes de dichas personas vulnerables, para evitar los contagios.
Otra recomendación es la de seguir usándose en los eventos multitudinarios y aglomeraciones, aunque ya no es obligatorio llevarla, ya sean estadios deportivos, bodas o conciertos. En cuanto a las aulas, ya son espacios libres de mascarillas, aunque, de nuevo, para los profesores o alumnos vulnerables se recomienda seguir con su uso, especialmente de los modelos que otorgan más autoprotección, como las FFP2.