Dra Simó, médico valenciana: “La situación es crítica y nos estamos dejando la vida, literalmente"
Entrevista con una médico que nos cuenta cómo están viviendo estas semanas: “No entendemos lo que ha pasado estas navidades y, lo peor, tenemos amigos que se han quedado en el camino”
Susana Simó, es una médico valenciana que trabaja en Cataluña. 32 de sus 50 años en el sector sanitario, prácticamente una vida dedicada al paciente y, en concreto, al paciente de urgencias. Hoy, en esta entrevista desgarradora, nos cuenta su “rutina” desde que estalló la pandemia. Aunque de rutina tiene poco: Susana trabaja en la Unidad de Soporte Vital Avanzado del hospital Sant Joan de Déu de Manresa y como ella dice está viviendo situaciones que le quedarán para siempre en la retina.
El coronavirus les ha cambiado los esquemas y les está obligando a tomar decisiones muy difíciles ante la saturación hospitalaria. Lo que se vive en Cataluña dice, es lo que están sufriendo compañeros suyos en la Comunitat Valenciana: “Estas navidades hemos esquivado cabalgatas de Reyes en ambulancia, hemos visto reuniones de treinta personas y botellones que han acabado en brotes… entonces dices, ¡Por favor!”.
Nos cuenta que tanto ella como sus compañeros de profesión están muy cansados, que no logran entender cómo la gente ha incumplido la norma estas navidades y que, lo que más lamentan, es que hay amigos suyos que se han quedado en el camino. Aquí os dejamos la entrevista completa:
¿Cómo se vive el día a día de una pandemia trabajando en una ambulancia?
Se vive muy mal, estamos muy cansados y se ha muerto mucha gente. Nunca hemos hecho tantos certificados de defunción. Además, ha faltado muchísimo material sanitario y muchos compañeros han enfermado por no estar bien protegidos. Tengo la suerte que en mi hospital no ha habido déficit pero la realidad general es que nos han lanzado a atender a la gente con una mano delante y otra detrás.
Además hemos tenido que tomar decisiones muy difíciles, de no llevarte a gente porque no había sitio en el hospital. O si te los llevabas, decirles que se despidieran de su familia porque sabías que no podrían volverse a ver. Estamos viviendo situaciones muy difíciles de gestionar emocionalmente.
¿Y lo que está sucediendo ahora te recuerda a los peores momentos de la primera ola?
Estamos como en marzo a nivel hospitalario y extrahospitalario. En Cataluña estamos a punto de tener que sacar UCIs, coger hoteles para sanitarizarlos, en mi hospital sin ir más lejos hay seis unidades enteras dedicadas a covid y las camas en UCI se han doblado para atender a todos. Estamos reorganizando equipos de trabajo, suspendiendo consultas o tratando a nivel laboral el exceso de horas porque hay que trabajar más. La verdad que es algo que nunca vamos a olvidar y tenemos que agradecer que los sanitarios desde el principio hemos tenido un apoyo psicológico espectacular.
Es necesario ¿verdad?
SI. Hay cosas que se te quedan en la retina como ir a abrir un piso con la Policía y los Bomberos porque no contestan dentro y cuando entras encontrarte a una persona mayor muerta o agonizando.
¿Lo habéis llegado a ver?
Hasta diez veces en un día. Es importante que la gente sepa esto. Llegar y cogerle la mano con el EPI puesto para acompañarle hasta el final. Hemos aprendido a hablarnos con los ojos, nos hemos inventado una serie de cosas para que el paciente nos reconozca cuando vamos tan tapados. La parte emocional ha sido tremenda.
Tú misma has pasado por esta enfermedad.
Así es, estuve en casa confinada durante unas semanas y hice teletrabajo. Me dedicaba a llamar a los familiares para informarles ya que no se permitían las visitas y también respondía dudas de gente interesada. En junio volví al trabajo y a partir de septiembre empezó otra vez a empeorar todo. Ahora estamos pagando las consecuencias del relax que ha habido.
¿Hasta cuándo cree que vamos a seguir subiendo en casos y empeorando los datos?
Nos queda todo enero seguro. Y por culpa de gente que no ha cumplido las normas.
¿Os enfada?
Estamos muy enfadados, no logro entenderlo. Nos estamos dejando la vida, alejándonos de nuestras familias, yo he estado cinco meses sin bajar a Valencia a ver a mis padres sabiendo que a lo mejor es el último año de vida de mi madre. Lo he hecho por miedo a no contagiarlos y por cumplir las normas. Y luego ves gente que pasa de todo, no nos sirven los aplausos. Además, estos se han cambiado por un aumento de las agresiones verbales y físicas por llamarle la atención a gente que va sin mascarilla o por familiares. No se entiende.
¿Qué pide al lector que esté leyendo esta entrevista?
Que haga bien las cosas. Estas navidades hemos esquivado cabalgatas de Reyes en ambulancia, hemos visto reuniones de treinta personas y botellones… entonces dices, ¡Por favor! Te cuento el caso cercano de una chica de 21 años que se contagió en una fiesta con amigos y luego se contagiaron sus padres. Su padre está muerto y su madre muy enferma, no sabemos si vivirá. La gente ha de entender que esto ataca a todas las edades, aunque sea indirectamente. Tengo amigos que no van a poder volver a trabajar, gente de cuarenta años que ha muerto por esto. Hay que tener en cuenta que somos más de 95.000 sanitarios españoles infectados. El récord de Europa.