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La emblemática Entrada de Toros y Caballos de Segorbe: emoción, velocidad, tradición y belleza

La emblemática Entrada de Toros y Caballos de Segorbe: emoción, velocidad, tradición y belleza
  • Esta tradicional festividad, que se remonta al siglo XIV y se celebra la segunda semana de septiembre, ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional y Bien de Interés Cultural

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La emblemática Entrada de Toros y Caballos de Segorbe: emoción, velocidad, tradición y belleza - (foto 3)

La tradicional Entrada de Toros y Caballos de Segorbe, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en diciembre de 2005 y Bien de Interés Cultural en febrero del 2011, se ha convertido en un símbolo de la localidad, que combina una dosis perfecta entre emoción, velocidad, tradición y belleza.

Como ya es tradición, a las dos en punto en el campanario de Segorbe, suena el tercer aviso que da paso a la manada arropada por los jinetes, que cabalgan hasta la plaza de la Cueva Santa. Con la duración de apenas un minuto al día, la Entrada congrega cada año a cerca de 150.000 personas a la semana.

Esta tradicional festividad se remonta al siglo XIV y se celebra la segunda semana de septiembre, de lunes a domingo. Se trata de una carrera muy rápida en la que participan seis toros y alrededor de una docena de caballos guiados por expertos jinetes que encauzan la manada a lo largo de la calle principal de la población, calle Colón, atestada de gente expectante de ver pasar la manada, que contemplan este espectáculo.

Una de las peculiaridades de esta práctica es que es sin barreras, ya que es el público que abarrota la calle, quien abre y cierra el paso a la manada produciendo un evento espectacular y único en el mundo. Durante su última celebración, la semana de festejos taurinos ha recibido una cantidad aproximada de 20.000 personas diarias, procedente de todas las partes del mundo.

Desde media mañana, cientos de personas aguardan en el idílico paraje de Sopeña para ver el inicio de este espectáculo, menos conocido pero que todo visitante debe acudir a conocer, se trata de la Tría y la Subida por el Rialé. En el paraje del Río Palancia, se vive la Tría de los animales que van a ascender libres, en manada, en silencio y con respeto, sin la compañía de los caballistas. Cientos de personas esperan al ganado, junto a la imponente Muralla Medieval segorbina, que avanza hasta el toril, donde comenzará la reconocida Entrada.

Tras los pasos de la manada, que recorre el casco antiguo de la ciudad, a las dos en punto, con el sonido de la carcasa, comienza la Entrada en la calle del Argén. Es en la plaza de los Mesones donde aguardan los jinetes y sus caballos, que recogen con destreza a los toros en una estampa conocida como “la reunión”, para seguidamente iniciar la carrera en perfecta armonía.

Continuando por la calle Colón hacia la plaza de la Cueva Santa se vive la multitudinaria y popular Entrada de Toros y Caballos de Segorbe, que a galope discurre por un recorrido de unos 500 metros ocupados por una gran masa de público que se abre y cierra al paso intrépido de toros y caballistas, formando pasillo y barrera al mismo tiempo, que es conocido por su parecido a ‘una cremallera’.

Al final la calle Colón se alcanza el final de la carrera, en la plaza donde las reses son guardadas en el corral. Una plaza con forma triangular y compuesta en gran parte por barrotes y escaleras de madera. Con la manada en este significativo lugar, el evento da paso al emotivo desfile de los experimentados caballistas, que vuelven sobre sus pasos a galope, en sentido contrario a la carrera, entre aplausos y ovaciones.

Asimismo, para entender y vivir la fiesta casi en primera persona, en cualquier otro momento del año, es parada obligada visitar el Centro de Interpretación de la misma fiesta, situado en la oficina de turismo.

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