El sector textil valenciano afronta el 2023 con incertidumbre económica y reclama ayudas energéticas

El sector textil valenciano aglutina a 1.400 empresas, concentradas principalmente en las comarcas de l’Alcoià, El Compat i la Vall d’Albaida y cuenta con una facturación de 2.000 millones de euros que representa el 4% del PIB industrial de la Comunitat Valenciana. 

Es un sector que exporta más del 50% de la producción y por eso, citas como la Feria Heimtextil de Frankfurt que se celebra entre el 10 y el 13 de enero -es la más importante para el sector a nivel internacional- suponen una oportunidad clave para relanzar la temporada. Este 2023 comienza marcado por la incertidumbre económica y el sector prevé un comienzo de año complicado.

En elperiodic.com entrevistamos al presidente de la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana y de la patronal textil a nivel nacional, Pepe Serna, para conocer más detalles sobre un sector clave en la economía valenciana.

¿Cómo ha evolucionado el sector en los últimos años?

En los años 2000 el sector tenía el doble de ocupación que ahora: con la apertura del mercado, la eliminación de los aranceles y los contingentes a la importación, además entró China en la Organización Mundial del Comercio y tuvimos una invasión de productos asiáticos. Esto produjo una catarsis y hubo que cambiar el modelo productivo y reestructurar el sector. La crisis financiera de 2007 nos metió más caña pero desde el 2012 y 13 el mercado no ha dejado de crecer. De hecho, durante la pandemia el textil hogar -que es muy fuerte en la Comunitat Valenciana- se ha potenciado. Exceptuando sectores muy vinculados a la moda, la hostelería o la fiesta como las fallas, el resto del sector ha funcionado muy bien.

Cuando uno piensa en textil le viene a la cabeza moda, hogar… pero el sector va mucho más allá ¿verdad?

Efectivamente, hablamos de un sector muy amplio en actividades. Su cadena de valor va desde la fibra, la hilatura, tejedoría y punto; hay muchos procesos en acabados, blanqueados, pintura, estampación; y tenemos la confección, distribución y logística. Pero además hay muchos campos: tenemos aplicaciones en ingeniería civil, agricultura, silvicultura, pesca, construcción, medicina, automoción, aeronáutica, embalajes, protección personal, deporte y ocio, protección medioambiental con los ecotextiles, textiles para vestuarios, hogar y locales públicos…

Empezáis el año con la sorpresa de que el Gobierno no os ha incluido en el Real Decreto de las ayudas a los sectores gas intensivos. ¿Os afecta mucho la crisis energética en los procesos productivos?

Nos afecta sobre todo al proceso de acabados textiles y hay también otros procesos de hilatura que también utilizan la energía. Ha habido mucha inestabilidad en el mercado y los costes han sido tan bestiales que no han podido repercutir el coste en los procesos. Está en riesgo la desaparición del tejido industrial y necesitamos apoyo para este golpe tan fuerte que viene, sobre todo, derivado de la guerra de Ucrania.

Con esta coyuntura, ¿qué previsiones manejan para el año que acabamos de empezar? ¿Son optimistas?

Hay bastante incertidumbre e inestabilidad en el sector en estos momentos aunque esperamos que se vaya animando de nuevo. La UE está con crecimiento muy débil e incluso hay previsiones de recesión y nuestra industria es fundamentalmente exportadora. Por otro lado tenemos una inflación alta y hay que añadir el alto coste de la energía. Todo esto esta generando menor poder adquisitivo y nosotros no somos un producto de primera necesidad como es la alimentación. Con todo esto, el primer semestre lo vemos un poco complicado, pero esperamos que a partir de mitad de año volvamos a coger el ritmo de nuevo. Por eso ahora es cuando necesitamos esas ayudas.

¿Qué importancia tiene la Feria Heimtextil de Frankfurt?

Es la feria más importante y de referencia del sector. Hace dos años no se celebró por la pandemia y este año se hizo una miniedición que no fue nada representativa. Somos optimistas y esperamos que esta feria también ayude a dinamizar el mercado internacional y el europeo.