Parques y Jardines remodela la Plaza de España con la plantación de ocho nuevas palmeras datileras, más resistentes al ataque del picudo
Los ejemplares proceden de huertos de Elche, se adaptan mejor al clima y están inmunizadas con tratamientos preventivos de endoterapia
La Concejalía de Parques y Jardines de Sant Joan d’Alacant ha llevado a cabo en los últimos días la replantación de 8 palmeras en la Plaza de España, con las que se sustituyen los ejemplares de palmeras canarias afectadas por el temido picudo rojo, una plaga muy dañina que como bien sabemos ha eliminado gran cantidad de palmeras de todas las poblaciones. En el caso de Sant Joan d’Alacant, el picudo redujo el arbolado de esta plaza tan céntrica, ubicada entre el ayuntamiento y la Iglesia de San Juan Bautista.
Con la reposición se han plantado 8 palmeras datileras (Phoenix dactylifera), una especie autóctona. De hecho, los ejemplares llegados a Sant Joan proceden de huertos de Elche, y son de una especie mejor adaptada a las condiciones de clima y suelo local, y menos sensible al ataque del picudo rojo. Con los tratamientos preventivos de endoterapia actuales, consistentes en dos pinchazos al año, las palmeras quedan inmunizadas.
La replantación, encargada por la Concejalía de Parques y Jardines, que dirige el edil José Luis Olcina, a la empresa adjudicataria del mantenimiento de las zonas verdes del municipio, se realizó durante varios días. Primero se eliminaron las dos últimas palmeras afectadas, y después se plantaron los 8 ejemplares nuevos de palmeras datileras, de unos 4 metros de alto, con los que hubo que utilizar maquinaria pesada, como camiones o grúas elevadoras, para mover las toneladas de peso de las palmeras que se iban a plantar.
Las palmeras afectadas por el picudo proceden de 2007, año en el que se realizó una remodelación de la Plaza de España, en cuyo diseño de jardinería se plantaron dos especies de palmeras, con 11 palmeras canarias (Phoenix canariensis) y 1 washingtonia filifera. A partir del año 2000 se introdujeron numerosas especies de jardinería de países tropicales y subtropicales, principalmente de Asia, Africa y Sudamérica. Con la importación de especies exóticas llegó el famoso picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus), una especie de coleóptero de la familia de los gorgojos, originario del Asia tropical, gran tamaño -entre 2 y 5 centímetros- y con un color rojizo ferruginoso inconfundible. Este insecto afecta a todo tipo de palmeras, pero especialmente se vuelve muy agresivo con las palmeras canarias, originaria de estas islas y desarrolladas como una mejora genética para el aprovechamiento de su melaza (miel de palma). Y al picudo le atrae mucho lo dulce.
Tratamiento y conservación
Para combatir este plaga en el municipio de Sant Joan se realizó un plan de conservación integral para todas las palmeras, y en especial, para las palmeras canarias. Sin embargo, en los últimos 5 años se han perdido alrededor del 60% de las palmeras canarias. En este plan de lucha y prevención del picudo rojo combina actuaciones con insecticida, aplicado mediante ducha química, y, desde hace dos años, el uso de endoterapia.
La empresa adjudicataria del mantenimiento de los jardines municipales aplica el tratamiento de endoterapia dos veces al año, en dos periodos (abril-mayo y octubre-noviembre) y usando productos autorizados. De manera simultánea se han instalado trampas con feromonas para la captura de machos en un radio de 150 metros alrededor de cada conjunto de palmeras.
Además, y como lucha biológica, se realiza la aplicación del hongo Beauveria Bassiana durante 3 años, 5 veces al año. Todos estos esfuerzos han sido visibles y se han recuperado muchas palmeras, aunque en el caso de las palmeras canarias, los resultados han sido menos eficientes ya que esta especie es la que más atrae al picudo por su sabor dulce y, una vez se han depositado las larvas dentro, es imposible salvarla.
En esta última actuación, en la Plaza de España, se han plantado 8 palmeras datileras procedentes de huertos de Elche, inmunizadas contra el picudo ya que están tratadas de forma preventiva con pinchazos de endoterapia. Estas palmeras han permitido que este espacio tan simbólico de Sant Joan recupere el aspecto que presentaba hace unos años, con unos ejemplares que se deben adaptar bien a las condiciones de clima y son más resistentes al ataque del picudo rojo.