El Hospital de Sant Joan d’Alacant acoge una exposición que pone en valor las “Cicatrices” de los trasplantados hepáticos
La muestra de fotografías puede verse en el vestíbulo del centro hasta el 15 de febrero
Siguiendo su ruta por diversos hospitales del país y de la Comunitat Valenciana, el vestíbulo del Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant acoge hasta el próximo 15 de febrero la muestra “Cicatrices” de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos. Con el lema ‘Solo tú puedes saber el valor que tienen’ se muestran 22 fotografías de personas trasplantadas en las que se resaltan estas heridas como símbolo de fortaleza y de superación de una enfermedad.
A la inauguración de la exposición han acudido varios trasplantados hepáticos de la provincia de Alicante, quienes dieron sus testimonios como pacientes, algunos de ellos trasplantados hace ya más de una década.
Durante 2023 en el Hospital de Sant Joan se ha duplicado el número de donaciones multiorgánicas al iniciarse el centro en las donaciones en asistolia controlada.
“El trasplante empieza con un consentimiento para la donación y es siempre de agradecer la solidaridad y empatía de las familias en un momento tan complicado”, recalca Miguel Ángel Fernández, enfermero supervisor de la UCI en el Hospital de Sant Joan y uno de los cuatro coordinadores de trasplantes del centro.
Voluntades anticipadas
Cabe recordar que, si una persona quiere convertirse en donante sin necesidad de autorización para la extracción o la utilización de los órganos donados, puede registrar en el SAIP (Servicio de Atención e Información al Paciente) el documento de voluntades anticipadas que incluye, entre otras cosas, la decisión respeto a la donación de sus órganos con finalidad terapéutica, docente o de investigación.
En el departamento de salud Alicante-Sant Joan d’Alacant más de 500 personas han registrado sus voluntades anticipadas en 2023, cifra que va en aumento en los últimos años.
Las fotografías de la exposición recogen imágenes en blanco y negro con un primer plano de la persona trasplantadas y otras de su abdomen con la cicatriz pintada en color dorado, tal y como se hace con la técnica japonesa del ‘kintsugi’ para restaurar piezas de cerámica con un barniz espolvoreado de oro.
Las imágenes se acompañan con un pequeño texto que explica la historia de la persona trasplantada, que incluye el lugar y fecha de la operación, la causa y una pequeña valoración personal. Por ejemplo, Elisa Orduña recibió un trasplante en 2019 en el Hospital la Fe a causa de un cáncer de hígado y ahora afirma que “Tego a mi hija gracias a esa cicatriz porque si no, no estaría aquí”.