Una mujer encuentra en su casa de Santa Pola tres ánforas romanas del siglo I
La vecina avisó a la Guardia Civil de que había localizado unas ánforas en su sótano
En una actuación coordinada entre el Seprona de la Guardia Civil de Elche y el Museo del Mar del Ayuntamiento de Santa Pola, han sido recuperadas tres ánforas romanas de cerámica, procedentes del siglo I, y que probablemente fueran halladas en uno de los pecios del litoral. La Guardia Civil y el Ayuntamiento de Santa Pola agradecen la comunicación del hallazgo a una ciudadana que las encontró en su domicilio, probablemente adquiridas en algún momento por un familiar ya fallecido.
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Elche acudieron al domicilio de una ciudadana el pasado 5 de diciembre, tras ser avisados por ella misma. Mientras limpiaba una vivienda que quería poner en venta, en la localidad de Santa Pola, había localizado en el sótano tres piezas cerámicas de grandes dimensiones que pensó que podían tener algún valor histórico. Los agentes comprobaron que se trataba de tres ánforas probablemente de la época romana.
Al objeto de comprobar su certero origen y valor, y darles el destino adecuado, los agentes del Seprona se pusieron en contacto con los especialistas del Museo del Mar del Ayuntamiento de Santa Pola, organismo encargado de la recuperación, estudio y custodia del patrimonio de esa ciudad.
Con sumo cuidado, las piezas fueron trasladadas al museo, dónde los especialistas realizarán una autenticación. En un análisis preliminar realizado por expertos de la Universidad de Alicante, han determinado que se trataría de tres ánforas romanas de cerámica, posiblemente Béticas, de la Época Altoimperial, probablemente procedentes del siglo I. Ahora serán estudiadas meticulosamente, limpiadas y restauradas en lo posible, con la finalidad de que puedan ser expuestas al público en el museo de la localidad.
En su mayoría, las ánforas halladas en esta zona eran oleícolas, utilizadas para el transporte de aceite procedente de la zona bética de la península y embarcadas en el Portus Ilicitanus, para su traslado a Roma. Otras también eran utilizadas para el transporte de vino y de salsas de pescado (garum) muy apreciadas por los romanos. Por la morfología que presentan estas tres piezas, podría tratarse de ánforas dedicadas al almacenamiento y transporte de alguno de estos productos. Es posible que procedan de alguno de los pecios presentes en nuestro litoral.
Desde la Guardia Civil y el Ayuntamiento de Santa Pola se desea recordar que estas piezas pertenecen al patrimonio histórico de la arqueología subacuática y están protegidas. La Ley 4/98 del Patrimonio Cultural Valenciano establece que las piezas arqueológicas, como objetos que integran el Patrimonio Histórico, son bienes de dominio público, propiedad de la Administración. Por este motivo, todo hallazgo o tenencia, deben ser comunicadas. Está prohibida su comercialización y por lo tanto, cualquier transacción o negocio jurídico de cualquier pieza considerada como de alto valor histórico carece de validez legal.
El artículo 65 de la citada ley obliga a toda persona que encuentre un objeto arqueológico a comunicarlo a las autoridades tan pronto como se produzca el hallazgo. No hacerlo, puede suponer una infracción considerada grave, y castigada según esta ley con una multa que oscila entre los 60.001 y los 150.000 euros.