Sanidad acuerda cuatro niveles de alerta que fijarán la hoja de ruta de las CCAA ante la segunda ola del COVID-19
La declaración del toque de queda se paraliza hasta tener el aval jurídico
Las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Sanidad han acordado este jueves un nuevo documento por el cual se fija la hoja de ruta a seguir para afrontar la que es la segunda ola del coronavirus en España. Este documento fija cuatro niveles de alerta con medidas concretas que serán puestas en marcha desde el ámbito autonómico.
Este Acuerdo, adoptado en el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, está dirigido a garantizar la coordinación suficiente entre territorios, posibilitando que las comunidades autónomas tomen las medidas complementarias que consideren oportunas.
Las únicas comunidades autónomas que no han aceptado estas propuestas han sido Madrid y Euskadi.
“Un acuerdo muy amplio y muy bien valorado que nos abre un campo de respuesta adecuada al nivel que tenemos en nuestro país de la pandemia” ha defendido el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien ha puesto en alerta sobre la situación que atraviesa España: “Afrontamos semanas muy duras, no nos engañemos”.
Detalles del documento
Para lograr el objetivo marcado en el documento, se incluyen indicadores de transmisión (incidencias, positividad y trazabilidad), de utilización de los servicios sanitarios (ocupación hospitalaria y de UCI) e indicadores complementarios que ayudan a evaluar el riesgo. En cada uno de estos indicadores, se establecen umbrales para determinar si el riesgo es bajo, medio, alto o extremo.
En todo momento, estos umbrales se basan en la evidencia científica, los estándares internacionales y la experiencia acumulada por las administraciones sanitarias. Los umbrales se irán ajustando a medida que se disponga de mayor evidencia científica a nivel nacional e internacional.
Además, Sanidad apunta que los indicadores deben interpretarse siempre en su conjunto, de forma dinámica, valorando específicamente tanto la tendencia como la velocidad. Así, la combinación del resultado de los indicadores posicionará a cada territorio en un nivel de alerta, del 1 al 4. Éstos se irán aplicando tanto en escenarios de aumento de riesgo como de reducción, siguiendo criterios de prudencia.
Esto significa que se recomienda incrementar el nivel de alerta cuando la situación esté suficientemente consolidada, pero para disminuirlo, será necesario que los indicadores permanezcan en un nivel de riesgo menor durante al menos 14 días.
Finalmente, el documento propone actuaciones a instaurar en cada unidad territorial que haya sido evaluada en los niveles de alerta del 1 al 3. Para aquellos territorios situados en un nivel de alerta 4, además de las actuaciones recogidas en el nivel 3, se establecen medidas excepcionales, que podrán requerir la activación del mecanismo previsto para los estados de alarma, excepción y sitio.