Rovira: “La inteligencia artificial es un catalizador de conocimiento, pero no puede sustituir al ser humano y sus emociones”

El conseller de Educación, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, ha afirmado que la inteligencia artificial “es un catalizador de conocimiento, pero no puede sustituir al ser humano y sus emociones”. 

Rovira se ha pronunciado así durante su intervención en el Consejo de Educación de la UE, en el que ha intervenido junto al secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar Cendón, en un debate político sobre “La inteligencia artificial en la educación y la formación: combinar la innovación tecnológica con una educación de calidad para todos”.

La intervención del conseller ha recogido la postura común de las comunidades autónomas, ya que la Comunitat Valenciana asume durante este semestre la portavocía del resto de autonomías en el Consejo de la UE de Educación, siguiendo el mecanismo previsto en el sistema de representación autonómica.

José Antonio Rovira ha señalado que, en el contexto actual, complejo e inmerso en grandes desafíos y cambios vertiginosos, la llegada de la Inteligencia Artificial (IA) “supone un cambio de paradigma, una nueva era”. “En este sentido las administraciones públicas en general, y en concreto las educativas, no pueden mantenerse al margen”, ha indicado. 

El conseller ha asegurado que la IA “puede ser una gran aliada de los docentes y de los estudiantes y del sistema en su conjunto, reforzándolo y redefiniéndolo, posibilitando pasar de conocimientos superficiales a otros más profundos”.

“Sin embargo -ha continuado- la inteligencia artificial nos puede llevar a un aprendizaje superficial o a hacer un uso deshonesto de ella, y debemos ocuparnos de que esto no ocurra. No podemos dejar que sea sustituto del ser humano”.

Así, el titular de Educación ha señalado que la existencia “de un marco jurídico válido y flexible en esta materia es de vital importancia, porque las bondades de la IA pueden cautivarnos por tener algo de divino, pero no podemos olvidar que les falta la experiencia corporal, la experiencia visual, el tesoro de lo humano, la inteligencia emocional”.

Aprender de los errores

Rovira ha señalado que la formación de los docentes y la inclusión de la IA en los currículos de forma gradual “será capital y ayudará a nuestros estudiantes a que no solo tengan la habilidad, sino que sean competentes. A la vez reivindica las cualidades humanas, que nos hacen únicos e irrepetibles. Somos una especie creativa, no una legión de robots cuya principal capacidad está orientada a la productividad, sin error alguno, y por lo tanto, reemplazables en cualquier momento.

“Debemos seguir sintiendo miedo, dolor o placer sin, a la vez, prescindir de las tecnologías claves del futuro”, ha concluido.