La UCV recoge en un libro la labor del Instituto Social del Trabajo dedicada al mundo obrero
Desde sus inicios, y durante un periodo de 30 años, ha sido presentado hoy al Arzobispo
La obra, titulada “Església i món obrer a València. Institut Social Obrer: (1948-1978)”, escrita por Josep Martí Ferrando, profesor de Historia y miembro del consejo rector del ISO, ha sido presentada esta mañana al arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro.
En la actualidad, el ISO, que tiene como objetivos la formación integral de la persona, fundamentalmente de la población inmigrante, y el fomento de los ‘valores humanos’ en los trabajadores, ofrece cursos de formación, asesoría jurídica y económica para todos los trabajadores. Además, cuenta con casas de acogida y pisos tutelados para “favorecer la inserción socio laboral” de personas sin recursos.
El libro, publicado en colaboración con el ISO, recoge sus acciones entre los años 1947 y 1978 a través de más de 580 páginas.
Así, incluye los inicios del ISO, que según su autor “formó parte de un crisol de organismos sociales, como fue el ISDA (Instituto Social del Arzobispado de Valencia), fundado en 1948 por monseñor Olaechea, del que dos ramas perduraron en el tiempo: el Instituto Social Patronal y el mismo Instituto Social Obrero”.
Asimismo, la obra divide en cinco periodos diferentes la historia del ISO hasta la consolidación de la democracia, y en cada uno de ellos “establece lazos entre el contexto histórico general”, ha añadido.
El autor, que además imparte clases a inmigrantes, investiga, en la actualidad, sobre el catolicismo social valenciano y la historia de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) de Valencia.
El ISO, centrado actualmente en la inmigración
Por su parte, el actual director de la entidad, Juan Biosca, ha indicado que el ISO “siempre ha priorizado su tarea en función de las necesidades que tenía el mundo del trabajo: así, cuando el principal problema era el analfabetismo entre la clase obrera en la posguerra, en él se daban clases de cultura general y para formar al trabajador; y cuando el problema más grave ha sido el del paro, el ISO ha sido una fuerza importante para afrontarlo promoviendo la Comisión Diocesana de Lucha contra el Paro”.
Así, “desde hace una década el ISO está centrado en la inmigración, porque según nuestra visión la dignificación del trabajador inmigrante es el problema más importante que hay en el ámbito del trabajo, junto a la erradicación del trabajo infantil”, ha expresado.
Desde hace tres años, la entidad, cuyo personal es mayoritariamente voluntario, cuenta con una casa de acogida para mujeres inmigrantes, otra para hombres subsaharianos y un piso semi-tutelado.
Así, figura la Casa de Acogida “Dorothy Day”, que está en la sede principal del ISO en Valencia; y la Casa de Acogida “Peter Maurin” en la huerta de Alboraia.
Igualmente, recientemente el ISO ha abierto la Casa “Juana María Condesa”, que es “un piso semi-tutelado en el que viven las chicas que salen de la Casa “Dorothy Day” y que cuentan con cierta autonomía económica”, según Biosca. En este caso, el ISO ofrece junto a la colaboración de la parroquia de los Santos Juanes, el seguimiento de estas mujeres y sus hijos para favorecer su inserción socio-laboral. Igualmente, esta colaboración la mantienen con el barrio de Natzaret a través de la parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados y la Associació de Veïns i Veïnes con la Casa Peter Maurin.
“Mientras están en la casa de acogida, por un periodo de hasta seis meses, se les atiende de forma integral en cuestiones básicas como la sanidad e higiene, en la tramitación de los papeles, en la educación de sus hijos y en la búsqueda de empleo y su integración en nuestra tierra”, ha añadido.
