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Grupos de peregrinos acuden durante la pandemia a rezar ante la Virgen contra las Fiebres en Canet d´en Berenguer

Grupos de peregrinos acuden durante la pandemia a rezar ante la Virgen contra las Fiebres en Canet d´en Berenguer
  • Para ganar el jubileo en el Año Santo por su V Centenario, con todas las medidas de seguridad

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Grupos de peregrinos acuden durante la pandemia a rezar ante la Virgen contra las Fiebres en Canet d´en Berenguer - (foto 2)
Grupos de peregrinos acuden durante la pandemia a rezar ante la Virgen contra las Fiebres en Canet d´en Berenguer - (foto 3)
Grupos de peregrinos acuden durante la pandemia a rezar ante la Virgen contra las Fiebres en Canet d´en Berenguer - (foto 4)

Grupos de peregrinos acuden semanalmente a la localidad valenciana de Canet d´en Berenguer, para rezar ante la Virgen de las Fiebres durante la pandemia y ganar las indulgencias plenarias por el Año Santo concedido por la Santa Sede con motivo del V Centenario de su patronazgo en la población.

Así, las peregrinaciones se realizan los lunes y martes por la tarde, en grupos reducidos de 20 a 25 fieles, con las normativas de seguridad sanitaria y con inscripción previa tanto en la parroquia, como en la sacristía de la capilla de la playa, según ha explicado el párroco de Canet, Manuel Ortí.

La peregrinación jubilar comienza en la Plaza del Castillo de la localidad, donde los peregrinos, provistos todos de mascarillas, se concentran para iniciar el recorrido.

Tras lavarse las manos con gel hidroalcohólico ofrecido por la parroquia, reciben una palma, un pañuelo para el cuello una vela y un pequeño libro para seguir las celebraciones.  

Después de una pequeña explicación del párroco sobre la historia del pueblo de Canet y el significado del Año Santo, los peregrinos realizan un breve recorrido por las calles cantando himnos religiosos, para finalizar en el templo parroquial, dedicado a San Pedro Apóstol.

Una vez en el interior de la iglesia, con las medidas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias, se realiza la proyección de dos vídeos sobre el significado del jubileo y las condiciones para ganar la indulgencia plenaria.

Asimismo, los fieles conocen luego la historia del templo y de la imagen de la Virgen contra las Fiebres, a través de la explicación del párroco, y visitan “un pequeño museo que hemos habilitado en la capilla de la Comunión con piezas que ilustran las costumbres de Canet, la devoción a la Virgen, la celebración de la Semana Santa y su tradición eucarística”, ha añadido.

Finalmente, la peregrinación concluye con la celebración de una eucaristía en la que los peregrinos depositan sus velas encendidas junto al cuadro de la imagen de la Virgen contra las Fiebres, patrona de la localidad.

En las peregrinaciones participan, además de fieles de Canet y de las localidades próximas, veraneantes procedentes de Valencia, Madrid, País Vasco y Teruel, entre otros lugares de España, que cada año pasan sus vacaciones en la playa de Canet, según Ortí.

La parroquia de San Pedro Apóstol de Canet d´en Berenguer fue designada templo jubilar desde el pasado 19 de abril, sin embargo, con motivo del Estado de Alarma y la situación sanitaria generada por la pandemia del COVID-19, el templo tuvo que cancelar todos los actos previstos para la inauguración del Año Santo.

Patronazgo Virgen contra las Fiebres

La parroquia de Canet, erigida en 1316 por el entonces obispo de Valencia, Ramón de Gastón, recibió en 1518 del Cardenal Egidio de Vitervo un icono de la Virgen en agradecimiento a la ayuda que la población habían dispensado al legado del Papa tras un naufragio en su costa.

Un año más tarde, en 1519, la localidad sufrió unas pestes que asolaron la zona y acabaron con la vida de muchos habitantes que murieron por fiebres altas. Ante esta situación, los fieles sacaron en procesión el icono de la Virgen para pedir su protección.

Ante la sanación de la población, la localidad elevó a Roma la súplica de que la imagen fuera declarada patrona de Canet con el título de Virgen contra las Fiebres. Finalmente, en 1520 fue declarado el patronazgo, por el papa León X.

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