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El drama de un agricultor valenciano: prefiere donar 8.000 kilos de patatas que venderlos al precio de mercado

El drama de un agricultor valenciano: prefiere donar 8.000 kilos de patatas que venderlos al precio de mercado
  • Su nombre es Vicent Gimeno, y esta es su historia

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El drama de un agricultor valenciano: prefiere donar 8.000 kilos de patatas que venderlos al precio de mercado - (foto 2)

Vicent Gimeno, ‘el Figo’, un labrador de Meliana, de la huerta, ha preferido donar al Ayuntamiento 8.000 kg de patatas de la cosecha de este año para los sectores vulnerables del municipio, después de que los comercializadores le ofrecieron una miseria por el fruto de su trabajo.

Cómo destaca la concejal de Agricultura, Amparo Martí: “precisamente este año, cuando se ha demostrado durante la crisis que es importante contar con un sector agrario fuerte y reconocido para poder proveer de alimentos la población con garantías, nos hemos encontrado que dos cosechas de la temporada como la de la patata y la cebolla se han pagado muy por debajo del precio de coste, un hecho que ha obligado los productores en muchos casos a dejarlas perder en los campos”.

Ha sido el caso del labrador de Meliana a quien ofrecían unos míseros 0,13 € por kilo de patatas cuando el precio del coste de producción aproximado de una fanegada es de 450 € sin contar las horas de trabajo del labrador. Este hecho, dice la concejala, “ha motivado que en el caso de Vicent, en lugar de dejar perder la cosecha, haya decidido recogerla y darla al Ayuntamiento para que la repartiera entre los sectores más vulnerables en un acto de solidaridad que se le ha agradecido y reconocido”.

El labrador de Meliana trasladó los 8.000 kg al almacén de la brigada municipal donde diferentes trabajadores, junto con voluntariado, se han encargado de guardar las patatas para distribuirlas desde los Servicios Sociales municipales y Cruz Roja, una donación que ha sido muy bien recibida por la ciudadanía y las personas beneficiadas.

Finalmente, la responsable de Agricultura insiste: “lo que pasa con el campo valenciano no tiene nombre. Es un delito que cada cosecha el labrador se la juego con todas las incertidumbres climatológicas, de mercado, ambientales o de la política europea sin ningún tipo de cobertura efectiva y que el comercio y la distribución hagan todo el negocio. Esta situación no puede continuar, más aun si en nuestro caso queremos mantener la huerta que, paradójicamente, hemos protegido recientemente”.

Hará falta, por lo tanto, que desde el Consejo de l'Horta, de nueva creación, empiezan a planificarse actuaciones que ayudan a cambiar esta situación a nuestro entorno más próximo.

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