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Carlet y Alzira conmemoran hoy con misas, procesiones y romerías a sus patronos, los santos Bernardo, María y Gracia

    La localidad valenciana de Carlet conmemora hoy a sus patronos, los santos Bernardo, María y Gracia, hermanos mártires del siglo XII naturales de la población, con una romería a su ermita, en la que han participado cientos de devotos coincidiendo con su festividad litúrgica.

    Cerca de mil romeros, feligreses de Carlet y localidades próximas han trasladado las reliquias de los santos patronos desde la parroquia Asunción de Nuestra Señora hasta la ermita ubicada a tres kilómetros de distancia, según ha informado a la agencia AVAN el párroco, Vicente Climent.

    Finalizado el recorrido, los fieles han participado en una eucaristía durante la que se ha celebrado una ofrenda floral de los miembros de las comisiones falleras de la localidad, así como de las autoridades.

    Por la tarde, niños pertenecientes a los grupos de catequesis de Carlet escenificarán la vida de los tres mártires, en una representación junto a la ermita a las 18.30 horas. A continuación, la comitiva emprenderá el regreso, de nuevo con las reliquias, a la parroquia Asunción de Nuestra Señora.

    Por su parte, la localidad de Alzira también celebra hoy las fiestas patronales en honor de los santos Bernardo, María y Gracia, con una misa solemne a las 19.30 horas en la parroquia de Santa Catalina. Tras la eucaristía, se desarrollará la procesión solemne con las imágenes de los tres santos por las calle principales de la localidad. .

    Igualmente, ayer por la tarde las imágenes de los patronos recibieron la tradicional ofrenda de “corones de llorer”, ante sus imágenes ubicadas en una hornacina de la avenida de “Los Santos Patronos”.

    San Bernardo ( Carlet ,1135- Alzira,1181), de nombre Ahmet Ibn al Mansur, fue hijo del rey musulmán de Carlet. En 1156 decidió bautizarse con el nombre de Bernardo e ingresar como monje en el monasterio de Santa María de Poblet, en la provincia de Tarragona, habitado por una comunidad de religiosos cistercienses. En 1181, volvió a Valencia para predicar el evangelio. A su padre fallecido le había sucedido en el señorío de Carlet su otro hijo, que se opuso a la predicación evangélica de su hermano Bernardo. Sin embargo, el santo consiguió convertir al cristianismo a sus hermanas Zaida y Zoraida, que fueron bautizadas con los nombres de María y Gracia. Bernardo, María y Gracia se vieron obligados a huir para librarse de su hermano que los hizo perseguir hasta Alzira donde sufrieron martirio.

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