Las campanas de un municipio valenciano se activan a distancia desde un teléfono móvil
Una grúa las ha subido ya al campanario de Zarra, de 28 metros de altura
Las cuatro campanas de la iglesia parroquial de Santa Ana, en la localidad valenciana de Zarra, han sido subidas tras ser restauradas a su campanario, una torre exenta situada a 50 metros del templo, y podrán ser activadas por el párroco a través de una aplicación móvil.
Una grúa ha subido al campanario, a 28 metros de altura, las cuatro campanas que han sido sometidas a trabajos de limpieza y en las que han sido sustituidos los yugos de hierro forjado por unos de madera, a cargo de la empresa Relojes y Campanas Monumentales, han indicado desde el Ayuntamiento de Zarra, que ha sufragado la restauración.
Igualmente, en los meses previos se realizó el cableado para la electrificación del campanario en el que, a partir de ahora, ya no se realizarán volteos manuales, al tiempo que las campanas, ya restauradas, fueron expuestas en la Casa de la Cultura de Zarra.
Ahora, las campanas “están ya en el campanario pero aún no están en funcionamiento porque antes hay que realizar unos trabajos de calibración y pruebas de sonido y, una vez finalicen, podrán ponerse en marcha, algo que podrá hacer a distancia, el propio párroco, a través de una aplicación en el móvil”, han señalado desde el Consistorio.
Al respecto, en la actualidad la parroquia de Zarra, al igual que las de las localidades de Jarafuel y Teresa de Cofrentes, dependen del administrador parroquial Abel Coll.
Las cuatro campanas son, de mayor a menor peso: “Santa María” de 264 kilos de peso y 77 centímetros de diámetro; “Santa Ana” de 199 kilos y 70 centímetros; “San Antón” de 113 kilos y 58 centímetros; y “Niño Jesús de Zarra-Maria Pilar”, conocida como “el Niñico”, de 70 kilos y 55 centímetros.
La campana mayor, “Santa María”, lleva ahora una placa “en recuerdo de José Teruel Domínguez (Juanero), el último campanero mayor de Zarra fallecido hace unos años, como homenaje puesto que su vida eran las campanas, que él tocaba empujándolas a mano desde el campanario, sin utilizar cuerdas”, han apuntado.