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Avisan de la transmisión de enfermedades por mosquitos tras la DANA: brotes de hepatitis A o del virus del Nilo

AGENCIA EFE - 26/11/2024

Según el epidemiólogo y coordinador el grupo asesor de Sociedades Científicas creado por la Generalitat Valenciana confirma que "estamos ante uno de los mejores escenarios epidemiológicos tras la DANA"

La situación actual en cuanto a enfermedades transmisibles en las zonas afectadas por la dana es "uno de los mejores escenarios que podríamos haber tenido, aún siendo preocupante y con riesgos de complicación", según el epidemiólogo y coordinador el grupo asesor de Sociedades Científicas creado por la Generalitat Valenciana tras la riada, Salvador Peiró.

En declaraciones a EFE, el también investigador de la Fundación de Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) detalla que, hasta el momento, se han producido casos de gastroenteritis "en los niveles habituales", tres casos confirmados de leptospirosis y otros tres de legionela.

"Aún queda mucho trabajo por hacer y la situación puede complicarse en cualquier momento", asegura cuando está a punto de cumplirse un mes de aquel fatídico 29 de octubre que dejó más de 220 muertes, cinco desaparecidos y miles de damnificados.

La posibilidad de brotes de enfermedades infecciosas

Preguntado por si se están encontrando en la zona cero menos problemas de salud pública de los esperados, Peiró señala: a la vista de la "situación y la enorme destrucción de las infraestructuras de agua potable y saneamiento, y lo que sabemos de las inundaciones en otros países, existía la posibilidad de que se produjeran brotes importantes de diversas enfermedades infecciosas".

De hecho, la evaluación de riesgos que se realizó considera muchas posibilidades e incluso la de algunas infecciones transmitidas por mosquitos.

"Hasta el momento, y más allá de las gastroenteritis que es una patología habitual, solo hemos tenido algunos casos (antes que brotes) de leptospirosis y legionela", indica Peiró, quien añade: "La situación actual en cuanto a enfermedades transmisibles, aún siendo preocupante y con riesgos de complicación, es uno de los mejores escenarios que podríamos haber tenido".

Gastroenteritis, leptospirosis y legionela

Según explica, las gastroenteritis (GEA) están en los "niveles habituales" y para la zona afectada por la dana "no son más altos que antes" del 29 de octubre "y tampoco están por encima de los que tenemos en la zona no-dana", y añade que el uso generalizado de agua embotellada para beber y comer "debe estar debajo de esta situación".

También de leptospirosis hay tres casos confirmados y seis sospechosos que han dado negativos en las pruebas de confirmación, por lo que habrá que esperar unos días para valorar el ascenso de anticuerpos.

Según Peiró, la leptospira, común en zonas litorales, es una zoonosis por contaminación de las aguas por orina de animales infectados (sobre todo roedores). No se transmite entre humanos pero en inundaciones los puede infectar entrando a través de heridas o rozaduras en la piel -también a través de mucosas: boca, nariz, ojos-, "de ahí la importancia del uso de botas y guantes impermeables".

Asimismo, hay tres casos de legionela, sin relación entre ellos, detalla para señalar que crece en los depósitos de agua (incluyendo los termos eléctricos) y tuberías que no se usan y, para causar enfermedad, requiere ser aspirada en forma de aerosoles y no se contagia entre personas.

Los contagios deben estar produciéndose en el uso de agua caliente (por ejemplo para ducharse) y también con el uso de máquinas hidrolimpiadoras (las ya conocidas como karchers por su marca comercial más común) para paredes, por lo que se han dado recomendaciones de limpieza de instalaciones domésticas y de empleo de mascarillas cuando se realizan tareas de limpieza.

Heridas, fracturas o cuadros respiratorios

Otros problemas de salud públicas que se están produciendo en las zonas afectadas por la dana, y que según Peiró son probablemente los más frecuentes, son heridas, lesiones o fracturas, la mayoría producidas por caídas en el barro o traslado de objetos pesados, entre otros motivos.

Además, existe la posibilidad de cuadros respiratorios por aspiración de esporas del moho o por inhalación de polvo, ya que la calidad del aire es deficiente por el volumen de partículas en suspensión que levantan los vehículos que trabajan en la limpieza, "pero de momento no parecen suponer un problema de atención".

Asimismo, ha habido casos de toxinfecciones alimentarias, que también se traducen en gastroenteritis, y en algunos casos han requerido hospitalización para su control, según el epidemiólogo.

Separar el agua para beber y la residual debe ir bajando el riesgo

Según el experto, con las lluvias y el calor en los primeros días tras la dana existía un riesgo importante de proliferación de mosquitos y de aparición de algunas enfermedades transmitidas por esos insectos, aunque la llegada de días fríos y los tratamientos con biocidas "deben ir reduciendo este riesgo".

Preguntado por si se prevé que estos casos aumenten en las próximas semanas o la limpieza paulatina de lodos puede hacer que se estabilicen, indica: "En teoría, a medida que se va restableciendo la separación entre aguas de bebida y aguas residuales debe ir reduciéndose el riesgo".

"Pero aún queda mucho trabajo por hacer y la situación puede complicarse en cualquier momento. Por ejemplo, una toxinfección alimentaria puede producir un caso aislado o afectar a un gran volumen de personas", advierte.

También apunta que los riesgos relevantes serían "la aparición de algún brote de hepatitis A o de algún caso de enfermedad transmitida por mosquitos (por ejemplo, de virus del Nilo)".