La Asociación de Jubilados de Olocau conmemora el cambio de sede con el traslado de su bandera

Ayer por la tarde, la Asociación de Jubilados de Olocau celebró el primer evento de su Semana Cultural con un acto simbólico y conmemorativo. El traslado de su bandera desde la antigua sede (donde se encuentra ahora el Espacio Co-Working) hasta la actual (situada en la planta baja del Salón de Actos) sirvió para recordar el cambio de local del Hogar de los Jubilados que tuvo lugar en el año 2019 y para poner en valor a un colectivo que forma parte fundamental del municipio.

El recorrido por el casco urbano tuvo un carácter festivo y alegre, y contó con la participación de vecinos y vecinas, miembros de la asociación, la Banda de la Agrupación Musical ‘La Melodía’ y representantes políticos como los concejales Salvador Navarret, Desa Vilaplana y Olga Brínquez; el alcalde, Antonio Ropero; y el ex primer edil José Agustín Agustí y la exconcejala y madrina de la bandera Yolanda Agustí, quienes formaban parte de la Corporación Municipal en 1992, cuando se realizó el estandarte.

Con la llegada al Hogar de los Jubilados, se procedió a introducir la bandera en la vitrina de la entrada y, a continuación, se pronunciaron tres breves discursos. El primero, a cargo del presidente de la asociación, Amador Martínez, quien explicó la importancia del acto como conmemoración de un hecho de tanto significado para los jubilados y pensionistas de Olocau, y destacó el carácter festivo que quisieron que tuviera la celebración.

Seguidamente, José Agustín Agustí recordó con sus palabras a aquellas personas que ya no están entre nosotros y cuya labor permitió que la asociación cuente actualmente con un símbolo como su bandera (que, como afirmó, se decidió que fuera verde porque es el color de la esperanza) y con un local acorde a lo que se merece. Además, realizó una mirada retrospectiva a su época como alcalde y a la colaboración que existía entre el Ayuntamiento y la entidad que representa a los jubilados y jubiladas de la localidad.

Por último, Antonio Ropero rememoró cómo se llevó a cabo la adecuación de la antigua almazara para ubicar allí la sede y quiso reconocer el trabajo de la asociación (“una de las más activas de Olocau”, como aseguró). También expresó su satisfacción por poder formar parte de un acto en el que “se reencuentran el pasado, el presente y el futuro” y concluyó su intervención manifestando que “la mejora de la calidad de vida de nuestros mayores es una prioridad para el Equipo de Gobierno y, por ello, seguimos trabajando para conseguir la instalación de un centro de día en nuestro municipio”.

Para concluir, se ofreció una merienda con horchata y fartons que sirvió para refrescar y endulzar una tarde muy especial y emotiva.