El arzobispo de Valencia anuncia su intención de abrir la causa de canonización de monseñor Marcelino Olaechea
“Hombre de corazón excepcional”, fue titular de la archidiócesis de 1946 a 1966
El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, anunció anoche su intención de abrir la causa de canonización del que fuera también arzobispo de Valencia de 1946 a 1966, monseñor Marcelino Olaechea (Baracaldo, 1888 –Valencia, 1972).
Al clausurar una jornada dedicada a monseñor Olaechea, organizada por el Arzobispado, la Universidad CEU Cardenal Herrera, y la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, en el Palacio de Colomina, el prelado aseguró que la apertura de esta causa de canonización “es algo que ya pensaba desde que llegué a la archidiócesis de Valencia, cada vez que conocía y veía tantas realidades que promovió Don Marcelino, y otras muchas que ya sabía de antes”.
El Arzobispo calificó a monseñor Olaechea como “hombre de un corazón excepcional, que no vivió para sí mismo sino para los demás” y que ejerció su labor pastoral “de forma admirable, en especial para aquellos que más sufrían, haciendo que las personas pudiesen vivir la dignidad que merecen como hijos de Dios”.
Según el prelado, “estamos ante una figura capital, como se puede comprobar sólo con ver el barrio de San Marcelino de Valencia o lo que fue su labor como obispo de Pamplona, de 1935 a 1946, cuando salvó la vida a tantas personas acogiéndoles en su casa o en otro lugares e intercediendo por tantos condenados”.
Además, monseñor Carlos Osoro también expresó su alegría, como antiguo alumno de los salesianos, de poder abrir la causa de canonización de este “salesiano ejemplar”, en alusión a la congregación religiosa a la que pertenecía el prelado vasco.
Por otra parte, la Escolanía de la Virgen de los Desamparados, que fue fundada también por monseñor Olaechea, le dedicará un concierto homenaje en la Basílica de la Virgen el próximo 22 de febrero. Igualmente, el próximo 7 de abril, el arzobispo de Valencia presidirá en la Catedral, donde reposan los restos mortales de monseñor Olaechea, una misa en sufragio por su alma con motivo del 40 aniversario del fallecimiento del prelado.
Su fama de santidad al fallecer sigue viva y va en aumento
En un reciente artículo en el periódico diocesano PARAULA, el delegado para las Causas de los Santos de la diócesis de Valencia, Ramón Fita, precisaba que “la documentación y los testimonios que disponemos expresan que
Monseñor Olaechea ejercitó las virtudes cristianas de modo extraordinario, algo que se comprueba, también, cómo en el momento de fallecer permaneció la fama de santidad y hoy está viva y va en aumento”.
Impulsó en Valencia el Instituto Social Obrero para formación de trabajadores, el Banco y la Tómbola de Nuestra Señora de los Desamparados para ayuda a necesitados, las Escuelas Deportivas ‘Benimar’, las de Enfermería Nuestra Señora de los Desamparados, la de Capacitación Agraria y la de Periodismo de la Iglesia.
Igualmente, monseñor Olaechea fue impulsor de la Escolanía de la Virgen de los Desamparados, la Asociación Católica de Maestros, así como de la construcción de miles de viviendas protegidas.Asimismo, promovió un Sínodo Diocesano, congresos eucarísticos regionales, misiones populares, la construcción del seminario en Moncada y la creación de más de 180 parroquias.
Durante su pontificado en Valencia también organizó las celebraciones por el 25 aniversario de la coronación de la Virgen de los Desamparados y, con ese motivo, impulsó la visita de su imagen a numerosas parroquias valencianas.
“Su destacada labor no sólo en materia religiosa, sino también social y educativa, su talante cercano y afable y su hermosa gesta ha dejado huella en millares de personas”, concluía Fita en su artículo.