Más de 3.000 devotos participaron ayer en la romería desde Alcublas al santuario de la Cueva Santa en Altura
Más de 3.000 devotos de las comarcas valencianas de los Serranos y del Camp del Turia participaron ayer, sábado, en la romería desde la localidad valenciana de Alcublas al santuario de la Virgen de la Cueva Santa, en el término castellonense de Altura.
Al igual que otros años, los romeros, procedentes también de localidades cercanas como Andilla, La Pobleta, Benaguacil, Casinos, Llíria, Osset y Villar del Arzobispo, entre otras, recorrieron a pie los 12 kilómetros que separan Alcublas del santuario.
La romería se inició a las 8 horas, tras la celebración de una misa en la parroquia de San Antonio Abad de Alcublas, y partió desde el templo con la imagen de la Virgen de la Cueva Santa, realizada a principios de siglo XVIII por José Camarón Bonanat.
Asimismo, la talla fue portada a hombros por jóvenes de la comisión de fiestas vestidos con uniforme militar, puesto que antiguamente eran los jóvenes que habían completado el servicio militar los que la llevaban, y estuvieron acompañados por sus familias, amigos, autoridades y por la Unión Musical de Alcublas hasta la salida del pueblo.
A la salida de la localidad, el párroco dirigió una oración y bendición a las personas que por diferentes motivos no pudieron realizar la romería hasta el santuario, y a mitad del recorrido la romería se detuvo en una explanada en la que se repartieron huevos duros a todos los presentes, una tradición que inició en el siglo XVII una destacada familia de la localidad.
Igualmente, cuando faltaba un kilómetro rezaron el rosario, y poco antes de alcanzar el santuario el alcalde y el párroco de Altura esperaron la llegada de la peregrinación para recibir al alcalde y al párroco de Alcublas, y realizaron el tradicional intercambio de varas de mando, señal de hermanamiento entre las poblaciones.
Una vez en el santuario, tuvo lugar una misa mayor presidida por Francisco Ruiz, rector de la iglesia de Santa Catalina de Valencia, y concelebrada el párroco de Alcublas y el capellán del santuario, Juan Manuel Gallent junto con sacerdotes del arciprestazgo. Finalmente, la imagen regresó a las 17 horas a la parroquia de San Antonio Abad, donde permanecerá el resto del año.
La devoción a la Virgen de la Cueva Santa, patrona de la diócesis de Segorbe-Castellón, comenzó en 1573 a raíz de la curación de un vecino de Jérica aquejado de lepra que se refugió en la cueva donde estaba la imagen de la Virgen y que sanó tras lavar su esposa sus heridas con agua de la gruta. Aquel milagro provocó una rápida extensión de la devoción a todas las poblaciones de la diócesis de Segorbe, a la que pertenecía Alcublas antes de la reforma territorial de 1957.
