El Puig celebra unos multitudinarios “rastres de pots” para darle la bienvenida a los Reyes Magos
El Puig ha sido el municipio más tempranero en darle la bienvenida a los Reyes Magos. A las 12 de la mañana cientos de niñas y niños -más de 400- han recorrido plazas y calles arrastrando multitud de ristras de botes y latas vacías para generar un revuelo que llame la atención de Sus Majestades y los anime a detenerse y repartir sus regalos en el pueblo.
Es lo que en la localidad se conoce como el pasacalle de "rastres de pots", una tradición ancestral que el Ayuntamiento ha recuperado y que en la edición de este año ha batido todos los récords de participación.
La alcaldesa Luisa Salvador celebra que "este año podemos confirmar que la tradición está más consolidada que nunca". Y agradece al vecindario "su compromiso por revivirla". "Muchos todavía recordamos cuando la practicábamos de pequeños antes de que desapareciera y hace mucho gozo ver cómo se ha recuperado esta tradición tan nuestra y divertida", señala.
Más de 400 niños han participado en una colorida fiesta marcada por la ilusión infantil y el alboroto, cuyo protagonistas son los "rastres de pots".
El "rastre de pots" es una cuerda a la que se enganchan latas y botes, preferentemente metálicos, de todos los tamaños y colores. En los días previos al pasacalle son confeccionados en casa para los pequeños con la ayuda de sus padres y madres, llegando a contabilizarse rastros con más de cincuenta botes y latas.
La concejala de Fiestas Maite Sánchez destaca los valores y aptitudes que esta tradición desarrolla en los menores, "ayudando a hacerles conscientes de la enorme cantidad de botes y latas que tiramos a la basura a lo largo del año y que con el reciclaje podemos darles otro uso ". "Y además se lo pasan muy bien", añade.
Una vez terminado el alboroto, la misión se ha cumplido: los Reyes Magos han escuchado la llamada y confirman su presencia en la cabalgata de Reyes, que tendrá lugar a las seis de la tarde desde la plaza del Ayuntamiento de la localidad.