¿Puede el calentamiento del Mediterráneo producir lluvias torrenciales en la C. Valenciana?
La AEMET informa que para que se den grandes episodios de lluvias torrenciales deben ocurrir múltiples factores
La temperatura del mar Mediterráneo, que se encuentra a 28ºC, está llevando a muchos a pensar en su posible relación con lluvias torrenciales. Sin embargo, desde la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunitat Valenciana han informado que esto no supone una gran anomalía, y para que se den grandes episodios de lluvias torrenciales deben ocurrir múltiples factores, por lo que atribuir a uno solo la causa de un fenómeno meteorológico suele conducir a error.
La AEMET señala que la atmósfera es un sistema complejo, siempre hay que hacer un análisis profundo y multifactorial para hacer una predicción. Por eso, normalmente los fenómenos meteorológicos desaparecen cuando desaparecen las causas que los generan.
La agencia meteorológica ha trasladado que las tormentas de este jueves en la provincia de Castellón estaban generadas por inestabilidad, calentamiento anómalo sobre una superficie elevada, en este caso el Maestrat, y convergencia de brisas. Cuando se acercan al litoral las tormentas se encuentran una zona de inversión térmica, formada por la célula de brisa que, de hecho, es una zona de inhibición convectiva.
Es decir, que a pesar de que el mar está muy cálido, todavía actúa como foco frío que disipa las tormentas. Además, el mecanismo de disparo de las tormentas de interior, los ascensos forzados por la convergencia de brisas, también desaparecen al acercarse las tormentas a la costa
La AEMET insiste en que la importancia de la temperatura del mar es relativa a las masas de aire que lo sobrevuelan, un mar cálido sin aire frío que lo sobrevuela no da lugar a precipitaciones (además de otros factores que se analizan en el corto plazo).
Además, trasladan que el aire frío y la inestabilidad pueden llegar o no. Puesto que no es la primera vez que tras un verano con el mar muy cálido luego poco a poco se va disipando la energía acumulada sin que se produzcan lluvias torrenciales.
Finalmente, concluyen avanzado que a día de hoy no se puede afirmar solo con el predictor temperatura del agua del mar si habrá o no lluvias torrenciales este otoño.