El Vallet, un barrio donde convivir
El profesor Albert Mora fue el encargado de presentar el estudio sobre el barrio del Vallet, elaborado por el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Valencia, un trabajo basado en 335 encuestas, lo que ofrece un 95% de confianza y arroja unos resultados muy significativos que se han transformado en once propuestas de actuación preventiva para lograr que el barrio con más quejas de los vecinos mejores su convivencia mediante una acción urbanística y otra comunitaria.
El edificio de la antigua Emisora Municipal de Televisión se reabrió el pasado 13 de febrero para un acto con mucho público: se presentaba a los vecinos los resultados del estudio elaborado sobre el barrio El Vallet y las propuestas para mejorar la convivencia entre todos.
“Este proyecto cuenta con una subvención del Fondo Social Europeo y otra de la Generalitat Valenciana”, apuntaba en el acto el alcalde Enric Esteve. “Los requisitos europeos son muy exigentes, pero si lo hacemos como toca tendremos cuatro años de subvenciones para conseguir un Vallet del que sentirnos todos orgullosos, porque medio pueblo no puede vivir de espaldas al otro medio”.
La encuesta sobre la calidad de vida y la convivencia en el barrio del Vallet fue presentada por Albert Mora y expuesta por Lydia Hernández, entre sus conclusiones destacan que en el barrio están bien valorados los comercios y la situación, que preocupan las drogas y los conflictos en un barrio envejecido, que el barranco hay que limpiarlo y que hay que invertir para fomentar el empleo.
Tras la lectura del informe, desde el Instituto de Derechos Humanos ofrecen once propuestas para que El Vallet sea un lugar donde lograr una mejor convivencia: potenciar la participación ciudadana; inversiones urbanísticas; mejorar la imagen social del barrio hacia fuera; invertir en equipamientos deportivos, culturales y juveniles; promocionar la interculturalidad; concienciar sobre la desigualdad y la violencia machista; fomentar la igualdad; medidas para la inserción socio-laboral; reducir las drogas en la calle y la contaminación acústica; mejorar las infraestructuras e higien; y, por último, adecuar el barranco.
Por su parte, la concejal Mar Mazo subrayó que “no lo consideramos un barrio marginal ni donde no se vive bien, sino que es el lugar que acumula más paro, más inmigración extranjera y más quejas de los vecinos, por todo ello queremos desarrollar una acción preventiva”.
Acción que se basará en dos ejes fundamentales: un trabajo urbanístico y una acción comunitaria dirigida sobre todo a la integración socio-laboral. Todas estas actuaciones están en marcha ya con los cursos informativos y actividades que están llevando a cabo el equipo formado por Chantal Ferrari y Asunción Murgui, al que pronto se sumará un técnico de igualdad.
