Pásalo ofrece cursos de ganchillo y de camarero entre sus actividades solidarias
La ONG Pásalo continúa realizando sus actividades solidarias en nuestro municipio. Cada día reparten alimentos, ropa y mantas donadas en su tienda gratuita Debades; además, un grupo de voluntarios imparte cursos de ganchillo, corte y confección y clases de repaso para los niños. Su próximo curso tendrá lugar después de la primera mitad de febrero, como todos los demás, en el Ateneu de Puçol.
«Todos los días, repartimos alimentos que dona Consum. Recogemos pan, comida perecedera… y se distribuye entre la gente», explica Carmen Rodríguez, presidenta de Pásalo. «Hay personas que traen a nuestra tienda gratis, Debades, mantas, vestuario, ropa para bebé, mantas, incluso muebles, para dárselas a quien lo necesita».
Actualmente, miembros de la asociación imparten dos cursos en el Ateneu: los martes, de 5 a 6 de la tarde, ofrecen un curso de ganchillo, mientras que los miércoles a la misma hora es el turno de la actividad de corte y confección. «Así, los socios podemos aportar lo que sabemos hacer y compartimos nuestro conocimiento con los demás. Los cursos están dirigidos a cualquier persona del pueblo que quiera aprender», detalla Carmen, que también es profesora del segundo curso.
Además, tres maestras voluntarias dan clases extraescolares de repaso a los niños de martes a jueves, de 17 a 19 horas. Entre la tercera y la cuarta semana de febrero, un vecino de Puçol llevará a cabo un curso de un día de camarero profesional. Asimismo, una mujer se ha ofrecido para impartir un curso de inglés.
Pásalo reunió a sus socios el pasado diciembre, de cara a las fechas navideñas, para «forrar regalos y repartirlos entre los más pequeños de familias que vienen normalmente; para que no le faltara a ninguno». Además, tuvieron una fiesta solidaria en la que «cada uno trajo un pastel que había hecho, para compartirlo», relata la presidenta.
Una vez al mes, «hacemos una acción informativa en Masymas donde comunicamos a la gente lo que hacemos. A veces, hay quien no nos conocía y, gracias a esto, en vez de tirar la ropa a un contenedor, la trae al Ateneu y podemos aprovecharla».