La noche de paellas, el acto con mayor participación: 5.550 vecinos inscritos
La noche de paellas se consolida como el acto festivo con mayor número de inscritos en los últimos años: en total, 5.550 vecinos se apuntaron en el plazo abierto, aunque cada año se suman amigos a las mesas ya inscritas y, por supuesto, hay quien prefiere la carne a la brasa o cualquier otro menú. El único requisito obligado: acudir juntos a pasar una noche en armonía, con el apoyo de la música que el 1 de septiembre corrió a cargo de la orquesta Quinta Nota.
Mientras algunos todavía luchaban contra el humo, la mayoría ya estaban sentados en las mesas repartidas en la avenida Corts Valencianes. Cada grupo en la zona que había elegido, con los comensales que había inscrito, rodeado de amigos y familiares, disfrutando de una de esas noches que si las cuentas no tienen ninguna gracia: ¿reunirse en familia para cenar una paella? Exacto. Nada más... y nada menos.
Paella para varios miles de vecinos. Un momento para el reencuentro entre amigos que en ocasiones sólo se encuentran de año en año en la noche de paellas. Eso sí, tienen que contarse sus aventuras en un par de horas. Porque tras el descanso para cenar comienza la discomóvil y luego la orquesta... y entonces hablar es mucho más complicado.
Pasadas las 23 horas, la discomóvil Finito comenzó a animar la velada. Como es habitual, algunos todavía andaban buscando su mesa con la paella a cuestas, otros daban por finalizada la cena con dulces y algún licor... y los más pequeños eran los primeros en acercarse al escenario.
Mientras, Protección Civil instalaba el Punto Violeta (afortunadamente no ha habido necesidad de atender a nadie), la Policía Local se dejaba ver entre las mesas, el personal de la Brigada Municipal atendía llamadas sobre los servicios o cualquier necesidad de última hora... todos ellos velando por la seguridad en las fiestas.
Los que van a organizar la fiesta el próximo año (la Comisión del 7 de septiembre y los festeros de 2019) ya comenzaron a tomarle el pulso al jaleo con las barras montadas para ayudar a que la fiesta sea completa... y para empezar a recaudar de cara al año de preparación que les queda.
Y, por su parte, los festeros de este año se tomaban una noche de respiro: cenar, charlar, descansar... Lo dicho, una noche de armonía.
Charla y descanso que finalizaron cuando la orquesta Quinta Nota se subió al escenario. Tras la discomóvil y la rifa realizada por las festeras del próximo año, llegó la hora de bailar con ritmos de todo tipo, con versiones de temas muy conocidos.