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Una marea rosa con más de 1.500 vecinos solidarios inundó Puçol el domingo

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    El domingo 10 de marzo, la plaza del País Valencià y el casco antiguo cambiaron de color durante la mañana: el rosa fue el color oficial de la Marcha por la Mujer, que se celebra por cuarto año y siempre con un objetivo solidario, ayudar a Anna Lluch y al Incliva en la lucha contra el cáncer de mama. Más de 1.500 vecinos se habían inscrito y, como el tiempo acompañó, algún familiar más se incorporó al paseo… en total se recaudaron 8.725 euros para cerrar la Semana de la Mujer.

    De los 39 grupos y más de 400 investigadores con que cuenta la fundación Incliva (nacida en el año 2000 en el Hospital Clínico de Valencia), destaca el trabajo de la oncóloga Anna Lluch, catedrática de la Universidad de Valencia y Jefe del Servicio de Oncología y Hematología del Clínico, para quien «Es fundamental la investigación, porque un sistema sanitario que vele por sus ciudadanos necesita profesionales que investiguen y se formen todos los días. En el caso del cáncer de mama, se están produciendo grandes avances y estamos consiguiendo, si no curarlo, al menos cronificarlo».

    Desde su nacimiento, la marcha solidaria para toda la familia que se celebra en la Semana de la Mujer ha estado unida a Anna Lluch, el Incliva y la lucha contra el cáncer de mama: cada edición subiendo el número de participantes, pero siempre con el mismo espíritu solidario y no competitivo. Lo importante es participar. Este año, las inscripciones y la fila cero han permitido recaudar 8.725 euros, que fueron entregados íntegramente a la representante del instituto.

    La plaza del País Valencià fue el lugar la salida y la meta, mientras que por primera vez se había organizado el recorrido por el casco antiguo, una iniciativa que convirtió el recorrido en un evento más vistoso, tanto para los participantes como para el público… y es que durante más de una hora, el color dominante en las calles era el rosa.

    Fue una emocionante forma de despedir una Semana de la Mujer que durante diez días ha servido para que muchos vecinos y colectivos locales se sumen a la celebración del 8 de marzo.

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