El jueves 1 de septiembre, una fiesta muy particular: los niños son los protagonistas absolutos
Una fiesta pensada para todos los públicos ha de tener reservados huecos para aquellos colectivos que necesitan un trato especial. Si el miércoles eran los abuelitos los protagonistas, el jueves le tocaba a sus nietos: los niños protagonizaron el pasacalles y la misa matinal, que finalizó con sorteo de regalos entre los asistentes; por la tarde, un gran festival infantil en el todos tenían premios en especias: refrescos, chuches… y la posibilidad de llegar a casa maquillado, disfrazado y feliz.
Los actos de la fiesta de los niños comenzaron a las 11 de la mañana del jueves 2 de septiembre, con el volteo general de campanas, las carcasas y el tabal i la dolçaina, que precedían el pasacalles de los más pequeños, que acudieron a la parroquia Santa Marta para recoger a sus colegas de la otra parroquia de Puçol, para bajar juntos a los Santos Juanes, lugar de la celebración matinal.
Mucho ruido y no poco jaleo para acudir a una misa que tenía un carácter especial, porque no sólo tenían que subir al altar y participar en distintos momentos de la Eucaristía, también sabían que al comenzar la ceremonia se repartían unas papeletas entre todos los asistentes, con las cuales podían optar a muchos y variados regalos que se sorteaban entre todos.
Ni que decir tiene que Ismael Ortiz tuvo que realizar una celebración cargada de paciencia: su público estaba impaciente esperando el sorteo final…