Así se protege a los más mayores en las reuniones de la Navidad del COVID-19

Desde la última hora del día de ayer los españoles tienen algo más claro cuáles van a ser las restricciones y las normas sanitarias que deberán cumplir durante la Navidad de este año, marcada directamente por la incidencia de la pandemia del Coronavirus.

La norma expuesta por el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, después de la reunión del Consejo Interterritorial de ayer indica que en las comidas y cenas navideñas las familias se van a poder reunir con un máximo de 10 personas. El toque de queda se amplía hasta la 1.30 horas de la madrugada tanto en Nochebuena como en Nochevieja.

Teniendo clara la norma restrictiva del número de comensales, la duda se centra en cómo cuidas a las personas más mayores de la familia para no contagiarles el COVID-19 y mantenerlas a salvo.

Para minimizar este riesgo de contagio, las recomendaciones son claras y directas.

• La primera, como sabemos desde que en marzo irrumpió la pandemia, lo más aconsejado es reducir los encuentros sociales entre personas no convivientes, lo que hará que al estar en contacto con menos personas el riesgo a ser contagiado disminuya. Esto se agrava todavía más a las puertas de la Navidad, ya que para proteger a la familia lo mejor sería reducir todavía más las salidas y encuentros sociales por precaución.
• Otra medida importante sería la de realizarse una prueba PCR o de antígenos 72 horas antes de la comida o de la cena navideña para asegurarse de que no está contagiada por el virus la persona indicada. Más si cabe por la cantidad de pacientes asintomáticos que hay, ya que de esta manera detectarían que, a pesar de no mostrar síntomas, pueden estar contagiados o no.
• El lavado de manos de manera continuada sigue siendo fundamental para no transmitir y propagar el virus en estas reuniones familiares.
• Se acabaron los abrazos y los besos a familiares, ya que el consejo de mantener la distancia de seguridad mínima de un metro y medio se antoja muy importante para no provocar un brote familiar después de las reuniones navideñas. Tanto por uno mismo como por el resto de familiares que puedan ser más sensibles a las consecuencias negativas de la infección.
• Aunque sea incómodo y antinatural en una comida o cena de Navidad a la que acostumbran las familias españolas, la mascarilla higiénica se convierte en un elemento clave para evitar contagiar a las personas más mayores de la familia, aunque eso provoque que se tenga que alzar la voz o gritar un poco más. La máxima protección teniendo cerca a gente extremadamente sensible al Coronavirus es mantener puesta la mascarilla.
• Los regalos son otros de los puntos clave, ya que sería conveniente desinfectar los paquetes y los objetos que entren de fuera de la vivienda para asegurarse de que con él no entra el COVID-19.
• El tabaco en el interior del domicilio puede jugar en contra, por lo que la propagación del virus aumentaría y se estaría perjudicando a los más sensibles al contagio.
• Ventilar el espacio en el que se encuentra la familia es importante, ya que de esta manera no se concentraría todo el ambiente en ese lugar.
• Por supuesto, los estornudos o el toser hay que evitarlo por todos los medios para proteger al resto de miembros.
• Se recomienda también evitar el uso de transportes públicos, ya que son fechas en las que las salidas son más frecuentes para las compras navideñas y en este tipo de medios de transporte se concentra una gran cantidad de gente en un espacio reducido y en el que la propagación del virus puede ser muy rápida.
• En el caso de tener algún familiar dependiente y que se encuentre conviviendo con alguna persona cuidadora, es recomendable que este profesional limite sus interacciones sociales al máximo en los días previos a las reuniones navideñas y, en general, en su día a día al completo para proteger lo máximo posible la salud del anciano o anciana al que cuida, ya que hay que tener muy presente que estos grupos de edad avanzados son los que más sufren las consecuencias negativas del Coronavirus.