Las prisiones valencianas, nuevamente golpeadas por la pandemia
En las últimas horas se han confinado cinco módulos del centro penitenciario de Villena
En los últimos veinte días el coronavirus ha vuelto a coger fuerza en los centros penitenciarios de la Comunitat Valenciana. Situación extrema que ha obligado a los sindicatos ha reclamar nuevas medidas para poder contener el aumento de positivos adaptando los protocolos a las realidad que se viven en estos centros.
Desde principios del mes de septiembre, se han detectado positivos en las prisiones de toda la Comunitat con especial incidencia entre los internos de Picassent (Valencia); la declarada cuarentena en varios módulos y la enfermería del establecimiento penitenciario de Fontcalent (Alicante); y en las últimas horas, han sido confinados los módulos 1,2,5, 7 y 8 del Centro Penitenciario de Villena (Alicante) tras el positivo de una trabajadora externa que accedió para realizar entrevistas a los internos.
En el caso de los centros de Castellón, a los positivos registrados hasta el momento entre la plantilla, se suman ahora dos positivos de reclusos de nuevo ingreso.
“El incremento de positivos en la población en general y entre funcionarios de prisiones de los establecimientos penitenciarios y reclusos de la Comunidad Valenciana, es motivo suficiente para suspender con carácter inmediato todas las comunicaciones íntimas y familiares, así como las convivencias, con la única excepción, de momento, de las visitas en locutorios” reclaman desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF).
En este sentido, la central sindical recalca que “ante la falta de medidas restrictivas de acceso era cuestión de tiempo que hubiese contagios entre la población reclusa como ha sucedido finalmente en Alicante, Castellón y Valencia”, por lo que su propuesta es “afrontar con celeridad esta segunda oleada del SARS-CoV-2 y restringir la entrada a los establecimientos penitenciarios de cualquier persona ajena”.
Con todo ello, concluye que se está actuando tarde, sobre hechos consumados, y que “hay que limitar con urgencia las comunicaciones que implican contacto físico y convivencia”, además de restringir o suspender “todas las conducciones de internos y traslados salvo que se realicen por motivos sanitarios de urgencia y judiciales de carácter extraordinario”.
