Primer día de cole superado: entre la novedad y el miedo a la nueva normalidad
El virus salpica levemente la vuelta al cole
Un día marcado en el calendario, deseado por muchos pero también temido por otros. La vuelta a las aulas después de medio año sin educación presencial ya es una realidad en la Comunitat Valenciana después de que ayer se diera por superada la primera jornada del curso 2020-201. Más de 700.000 alumnos valencianos – 4.000 más que el año anterior – han comenzado su vuelta al cole, en un año marcado por la pandemia del coronavirus.
Había nervios y ganas por los reencuentros. También mucha responsabilidad, de la que los más pequeños han demostrado ser muy conscientes. Todos sabían que era una vuelta al cole diferente, con unas normas que hay que cumplir a rajatabla para evitar que la pandemia vuelva a coger impulso en nuestro país.
Para que se cumpliera dichos protocolos – especialmente los referidos a la distancia de seguridad y toma de temperatura – las autoridades policiales desplegaron un gran dispositivo por los centros: 1.400 agentes vigilaron los colegios resolviendo dudas y garantizando el correcto funcionamiento de la nueva normalidad escolar.
La jornada comenzó con grandes colas a las puertas de los centros, mascarillas y ganas de abrazarse contenidas. Entre las novedades, también profes nuevos que se incorporaran al cuerpo docente para cubrir las necesidades derivadas de virus. La conselleria de Educación ha contratado a más de 4.000 docentes de forma extraordinaria en este nuevo curso.
En un primer balance, desde la Generalitat, celebran el éxito de las nuevas normas: “El balance de la entrada a los centros educativos ha sido positivo, y se ha cumplido al máximo, por todas las partes, la corresponsabilidad de asegurar la vuelta a las aulas de manera segura. Necesitamos continuar así, siguiendo las pautas marcadas para cumplir las medidas de seguridad, protección e higiene establecidas” destacaba el conseller Marzà.
En esta misma línea, volvió a poner en relieve la importancia de apostar por la educación presencial para favorecer la plena inclusión del alumnado el cual “se merece volver a las aulas después de seis meses”. “Tendremos que superar muchos obstáculos, pero hace meses que estamos preparando este momento” señala.
Cabe reseñar, que según los datos facilitados por la Conselleria, la situación de apertura de centros por provincias es la siguiente: el 99,8 % de los centros educativos de las comarcas de Alicante han abierto y el 99,9 % de los alumnos tienen clases presenciales; en las comarcas de Castellón, el 99,6 % de los centros educativos han abierto y el 99,8 % de los alumnos tienen clases presenciales; en cuanto a las comarcas de Valencia, el 99,6 % de los centros educativos han abierto y el 99,6 % de los alumnos tienen clases presenciales.
El virus salpica levemente la vuelta al cole
Pero no toda la jornada estuvo marcada por la tranquilidad. El coronavirus salpicó levemente la vuelta al cole en algunos municipios, donde los positivos entre el profesorado obligaron a tomar una medida tan excepcional como es el cierre del centro.
Ocurrió en Gandia donde, tal y como detalló la concejala de Sanidad, un miembro del claustro de profesores del CEIP San Francisco de Borja dio positivo en COVID-19 tras realizarse la prueba PCR. Este positivo obligó a retrasar el inicio de curso en una de las clases del colegio.
No es el único caso, en el Colegio Balaguera en Albal (Valencia) un total de 390 alumnos no vivieron ayer la vuelta al cole como estaba prevista después de que una profesora diera positivo en coronavirus. Al conocerse la noticia, y de forma preventiva, se decidió retrasar el inicio del curso.
Desde los sindicatos alertan: aunque la jornada haya estado marcada por la tranquilidad el curso solo acaba de empezar. Insisten en la contratación de enfermeros escolares porque “que empiece el curso no significa que disminuya el riesgo”.
Del mismo modo, recalca la necesidad de establecer un procedimiento de sustitución ´exprés´ que garantice la sustitución rápida de personal docente que pueda infectarse, de manera que el alumnado no se quede sin clases.
