Josep María Serrat dona, tras su fallecimiento, tres de sus obras al Ayuntamiento de Peñíscola
Era una de sus últimas voluntades y su nieta Mireia Serrat ha cumplido con ella.
Hace apenas unos días, realizó la entrega a la administración local de un testimonio de su estima por la ciudad en la que veraneó durante más de tres décadas.
Se trata de tres cuadros en los que se retrata imágenes icónicas de la localidad, su silueta sobre el mar vista desde la costa norte, las fachadas de sus casas blancas en el casco antiguo y las callejuelas empedradas de la ciudadela amurallada.
Natural de Vic, fue químico y tras jubilarse dedicó su tiempo a la pintura, retratando muy especialmente el lugar que adoró y donde fue feliz, la Ciudad en el Mar.
La conoció durante un viaje de trabajo y decidió que sería su lugar de vacaciones durante décadas.
Tras años disfrutando del verano en el Hotel El Molino, decidió adquirir una vivienda y hacer de Peñíscola su segundo hogar.
El pasado jueves la Junta de Gobierno Local aceptó la donación de la familia Serrat y el alcalde Andrés Martínez, ha querido trasladarles públicamente su agradecimiento por esta donación, en nombre de toda la Corporación Municipal; "un presente que va mucho más allá de lo tangible" ha asegurado, pues además de que los cuadros de Josep María podrán verse en breve ya en la Casa Consistorial "su cariño y estima por nuestro municipio quedará en nuestro recuerdo para siempre".
