La reconquista de las nutrias: El animal toma la desembocadura del río Millars
Hace ya muchas décadas que desaparecieron por el envenenamiento de los ríos y la proliferación de presas y azudes
Las nutrias (Lutra lutra) están volviendo a ocupar sus territorios históricos de la franja mediterránea de la Comunidad Valenciana que perdieron hace decenios por culpa del envenenamiento de los ríos, la proliferación de presas y azudes y la desecación de ríos y arroyos. La protección efectiva de varios espacios naturales y la depuración de las aguas residuales de pueblos y ciudades ha permitido que estos extraordinarios mamíferos acuáticos recuperen los espacios fluviales e inicien una lenta colonización.
De hecho, los territorios de las nutrias se han multiplicado por diez en los últimos veinticinco años, según los censos oficiales llevados a cabo de forma periódica por la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana desde 1996. Concretamente, en la provincia de Castellón, los registros realizados desde los años 80 del siglo pasado hasta el año 2000 demostraban una presencia insignificante de los mustélidos, únicamente con pequeños núcleos estables en el río Bergantes, entre las poblaciones de Sorita y Aguaviva (Teruel) y gracias a su conexión con el río Guadalupe, tributario del Ebro.
Más de medio siglo después un ejemplo muy cercano de esta valiosa recuperación la encontramos en el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares, gestionado por un consorcio de administraciones públicas como son los ayuntamientos de Vila-real, Almassora, Burriana, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana que apostaron de forma decidida por la conservación de los últimos 14 kilómetros del río Mijares. De hecho, los primeros rastros de nutria aparecieron en la desembocadura un mes de octubre del año 2015.
Desde entonces la Guardería Rural realiza un seguimiento activo de esta especie en el tramo protegido de la desembocadura del río Millars. Durante los primeros años los guardas rurales estuvieron siguiendo los rastros que dejaban las nutrias en varios lugares del río como son heces, huellas y rasguños. Las nutrias suelen defecar en los mismos puntos. Fabrican las llamadas letrinas, es decir, lugares donde suelen depositar las heces y marcar su presencia de forma repetida.
De los rastros al fototrampeo
Más tarde, cuando la presencia de estos mamíferos acuáticos empezó a ser más repetitiva utilizaron la técnica del fototrampeo, es decir, una cámara que captura fotos y vídeo con un detector de movimiento infrarrojo que activa el disparador de la cámara o su grabación al descubrir la presencia de los animales.
Esta técnica se utiliza desde un primer momento bajo la supervisión de la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana. En 2018 la ONG EDC Natura-Fundación Omacha con la colaboración de la Guardería Rural obtuvo varias imágenes de nutrias entre el azud de los Matxos de Vila-real y el Molino Paquero.
Desgraciadamente, 4 años más tarde, en el mes de agosto de 2022, el servicio de limpieza viaria del Ayuntamiento de Almassora localizó una nutria atropellada en el camino del Mar de Almassora, la CV1840. El ejemplar fue localizado sin vida a 700 metros del lecho del río Millars. Pero, afortunadamente seis meses más tarde, en febrero, los guardas rurales consiguieron con la técnica del fototrampeo nuevas imágenes de nutrias en el paraje fluvial.
Concretamente, se trataba de dos pruebas importantes como eran diversas fotografías donde aparecen dos nutrias juntas y activas durante la noche y una grabación de poco más de un minuto donde se apreciaba a dos nutrias juntas nadando y pescando en la desembocadura del río Mijares a plena luz del día. Poco a poco, la Guardería Rural localizó nuevos rastros de nutrias en distintos lugares del río. Por ejemplo en la carretera que atraviesa el río Mijares en su confluencia con la rambla de la Viuda donde encontraron heces de nutrias en el asfalto, en un lugar donde el río Mijares forma un remanso de aguas tranquilas.
Se trata de un lugar idóneo de pesca para ellas, pero también es una carretera peligrosa para los mamíferos, ya que suele estar bastante frecuentada de tráfico en horas punta por trabajadores y otras personas que circulan entre el polígono Ramonet de Almassora y toda la zona de las urbanizaciones de san Quiteria. Hay que recordar que las nutrias son animales crepusculares y nocturnos que se activan durante la noche y van recorriendo varios tramos del paraje protegido para pescar. Es fácil que en cualquier momento de la noche un conductor se encuentre con una nutria en la carretera y que el animal pueda deslumbrarse fácilmente. Por este motivo el Consorcio gestor del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares empezó a pedir a los usuarios que circulavan por caminos y carreteras del paraje fluvial que extremaran la precaución al máximo para salvaguardar la vida de unos animales que después de muchos años estaban volviendo en el río.
Señales de tráfico para prevenir atropellos
Una de las últimas decisiones del Consorcio río Millars para prevenir los atropellos de las nutrias fue la instalación de señales verticales en las carreteras próximas al espacio natural donde se informa de la posible presencia de nutrias en la calzada y la necesidad de reducir la velocidad de los vehículos. El objetivo de esta acción ha sido prevenir el atropello de este mamífero y mantener la seguridad de su población cerca del Mijares. Desde la confluencia del río con la rambla de la Viuda hasta Les Goles de la desembocadura se colocaron 13 señales de tráfico reflectantes como advertencia. Alrededor de 10 km de tramos de carretera que avanzan en paralelo al lecho fluvial. La nutria es una especie amenazada que cuenta con protección en todo el estado español. Desde que el servicio de Guardería Rural del Consorcio río Mijares descubrió su presencia en la desembocadura en 2015, año tras año, se han hallado numerosos rastros de los mamíferos. La recolonización del hábitat por la especie es una extraordinaria noticia para la biodiversidad del río Mijares. Un hecho al que el Consorcio río Mijares contribuye con un trabajo constante realizado durante los últimos 9 años para la conservación del Mijares como paisaje protegido de alto valor natural.