Rafa Simó (PSPV) advierte que el Nou d’Octubre se vive este año “con una reputación por los suelos”

El diputado del PSPV en Les Corts por Castellón, Rafa Simó afirma que la Comunitat Valenciana conmemora este año el Nou d’Octubre con la preocupación latente de “un desgaste reputacional notable de nuestra tierra desde que el PP ha introducido el discurso de ultraderecha en el gobierno de la Generalitat”. Simó señala que con este contexto “nos enfrentamos a un riesgo significativo de pérdida de inversiones extranjeras, ya que empresas que veían con buenos ojos nuestra comunidad hoy se fijan en otros lugares más abiertos, libres y atractivos”.

El dirigente socialista subraya que los inversores requieren un entorno que garantice la productividad, el diálogo social y la estabilidad, junto con una reputación sólida. Hoy en día, explica, “nuestra imagen internacional está a niveles de 2011, cuando la corrupción campaba a sus anchas en la Comunitat”, una regresión que se ha conseguido “en menos de tres meses por la radicalidad del gobierno que encabeza Carlos Mazón con el apoyo de los ultras”.

Rafa Simó recuerda que diferentes medios internacionales como el New York Times, The Washington Post o Le Monde han destacado controversias en la Comunitat Valenciana como el cuestionamiento de la violencia de género, la eliminación de carriles bici y la retirada de banderas LGTBI. “La Comunitat Valenciana era reconocida, gracias al gobierno de Ximo Puig, por ser una tierra abierta, de acogida y plural, ahora, por desgracia, ya no”.

El diputado castellonense hace un llamamiento a la reflexión y exige “sensatez y altura de miras para proteger la reputación y el futuro económico de la Comunitat Valenciana”. “Está en juego”, avisa. “Cuando llegamos al Consell en 2015 llevamos a cabo diferentes acciones para lavar la imagen, totalmente injusta, que se había construido sobre los valencianos y valencianas. Con los socialistas en el gobierno “pasamos de la corrupción del PP a la llegada de la gigafactoría de baterías a Sagunt, de la privatización de la sanidad a que los enfermos de hepatitis C vieran cubiertas sus necesidades gracias a la Generalitat y de pagar por los libros académicos a conseguirlos gratuitamente”. “Esperemos que este gobierno no destruya la mejor herencia que podía recibir”, concluye.