El Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares acoge a cientos de aves durante la migración prenupcial
Esta zona húmeda se convierte en parada y descanso para decenas de especies que viajan desde el continente africano o desde el sur de la Península Ibérica para iniciar la cría en sus sitios habituales
Nuevamente el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares formado por los ayuntamientos de Almassora, Burriana, Vila-real, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana se transforma una primavera más en un espacio donde hacen parada y descanso cientos de aves de decenas de especies provenientes de varios países africanos o de territorios del sur de la península Ibérica donde han pasado el invierno y han podido alimentarse sin problemas. La mayoría son pequeñas aves paseriformes pero también otros grupos como las anátidas, las cigüeñuelas, las rapaces y otras limícolas.
Durante las últimas semanas los guardas rurales han podido observar un amplio catálogo de especies de aves que están de paso en el paisaje protegido o que lo utilizarán para criar a partir de las próximas semanas. Por ejemplo se ha constatado la presencia de dos especies de rapaces como son un aguilucho lagunero (Circus aeruginosus) y una águila culebrera (Circaetus gallicus). La primera seguramente estaba en el espacio fluvial para alimentarse y la segunda en migración hacia el norte.
Por lo que respecta a las limícolas los guardas rurales han podido constatar la presencia de al menos seis chorlitejos chicos (Charadrius dubius). Una especie que utiliza la playa de las Goles para establecer sus nidos y llevar adelante la cría. También han observado un andarríos grande (Tringa ochropus) y dos andarríos chicos (Actitis hypoleucos). También han observado hasta cuatro cigüeñuelas comunes (Himantopus himantopus).
Desde hace unos años se ha vuelto más habitual la presencia de los moritos comunes (Plegadis falcinellus), un ave que ha recolonizado España en los últimos años y ha establecido colonias de cría importantes en las marismas del Guadalquivir. La guardería ha podido contar hasta 30 ejemplares en la desembocadura del río Mijares.
En cuanto al grupo de las anátidas han constatado la presencia de un pato cuchara (Anas clypeata), un cerceta común (Anas crecca) y una cercerta carretona (Anas querquedula). Otras especies que también han pasado estos días por diversos lugares del paisaje fluvial han sido un torcecuello (Jynx torquilla) en migración y numerosos ejemplares de abejarucos (Merops apiaster) que harán los nidos en el paraje y cientos de ejemplares de golondrinas (Hirundo rustica), aviones comunes (Delinchon urbicum) y vencejos (Apus apus) que utilizan el paraje para alimentarse.
Hace pocos días que acaba de llegar una de las especies de ribera con uno de los cantos más bonito que pueden escucharse a orillas de ríos, arroyos y otras zonas húmedas. Se trata del ruiseñor (Luscinia megarhynchos). Esta ave de ribera luce uno de los cantos más elegantes de entre todas las aves que cantan al borde zonas fluviales.
Otra de las especies más bonitas que vivirán estos meses a la ribera del Mijares es la oropéndola (Oriolus Oriolus), un ave muy llamativa con el plumaje amarillo dorado que hace un canto aflautado inconfundible.
Hasta 200 especies de aves
En el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares se han contabilizado hasta 200 especies de pájaros. La desembocadura del Mijares, entre Almassora y Burriana, la playa de les Goles, las lagunas artificiales, el entorno de la Ermita de Santa Quiteria, la ruta botánica y el Termet de Vila-real se han convertido en espacios privilegiados para la observación de aves durante todo el año. Cada uno de estos espacios puede proporcionar a los aficionados y expertos ornitólogos, observación de aves diferentes. El consorcio gestor del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares ha apostado desde el inicio de la conservación del paraje por el turismo ornitológico familiar, de hecho los visitantes encontrarán a lo largo de los últimos kilómetros de la desembocadura varios observatorios de madera para disfrutar de las aves en libertad.
Los 14 kilómetros en línea recta de Paisaje Protegido desde el puente de la CV-10 o autovía de la Plana hasta el Mediterráneo atesoran tres sitios importantes para la observación de las diferentes especies.
El primer espacio es el bosque fluvial que crece en los dos márgenes del Mijares entre el ermitorio de la Virgen de Gracia en Vila-real y la ermita de Santa Quiteria de Almassora. En este lugar es fácil escuchar y con paciencia observar especies de aves ribereñas como son por ejemplo la oropéndola (Oriolus oriolus) o el ruiseñor (Luscinia megarhynchos). La ruta botánica del Paisaje Protegido que se inicia en el molino de la Ermita y finaliza al pie de Santa Quiteria recorre un espléndido bosque de ribera ocupado por numerosas aves que eligen estos ecosistemas para pasar la temporada de cría.
El segundo lugar para disfrutar de la observación son las lagunas artificiales ubicadas en el margen izquierdo del río Mijares, en el término de Almassora. Este espacio artificial que se llena gracias a la estación depuradora de aguas residuales de Almassora se está convirtiendo en un lugar extraordinario para la observación de la avifauna. El espacio dispone de dos torres de observación de madera desde donde se puede obtener una buena visión adecuada de las tres balsas. La más antigua y alta está entre la segunda y tercera laguna y la más nueva se encuentra junto a la Senda Verde, una ruta que conecta el paraje de Santa Quiteria con el Mediterráneo. En las lagunas es bastante fácil ver especies acuáticas habituales como la focha común (Fulica atra), el zampullín común (Tachybaptus ruficollis) o el ánade real (Anas platyrhynchos). Con un poco de suerte y de paciencia también se pueden observar otras más raras como es el calamón (Porphyrio porphyrio) que es un ave emblemática de la desembocadura que estuvo a punto de extinguirse a mediados del siglo pasado. Desde el observatorio también se puede llegar a observar alguna especie lacustre como el avetorillo común (Ixobrychus minutus), la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides), el carricero común (Acrocephalus scirpaceus) y el buitrón (Cisticola juncidis).
La tercera zona adecuada para observar aves acuáticas son les Goles del Mijares, ubicadas entre las poblaciones de Almassora y Burriana. En estas lagunas naturales formadas en la desembocadura se pueden observar prácticamente las mismas especies que en las lagunas artificiales de Almassora, pero con el aliciente añadido que también es fácil ver otras especies marinas como el cormorán grande (Phalacrocorax carbo), la gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii) y el chorlitejo chico (Charadrius dubius).